Real Zaragoza

Haciendo granero

La contratación de Romaric, que llega a la capital aragonesa en propiedad, ejemplifica los criterios por los que se está moviendo el Real Zaragoza en el mercado.

Raúl Goni durante el partido
El Real Zaragoza golea al Arahal CF
HA

Jugadores baratos, revalorizables, españoles o con experiencia en la liga española y que cuenten con la plena confianza de Manolo Jiménez. Las directrices del Real Zaragoza en el mercado de fichajes son públicas y notorias. Criterios estrictamente deportivos que, al menos parcialmente, se reproducen en todas las contrataciones que hasta la fecha ha realizado el club aragonés.


Todos los movimientos realizados hasta la fecha pertenecen claramente a una política renovadora, alejada de las urgencias y lugares comunes que durante los últimos años confeccionaban la plantilla. Adoquines en un camino del que, a partir de ahora, forma parte Ndri Romaric.


El centrocampista de Costa de Marfil es la quinta incorporación realizada por el cuadro zaragocista a lo largo de este verano. Una adquisición muy del gusto del entrenador blanquillo, que coincidió con el jugador en su etapa al frente del Sevilla Fútbol Club.


El futbolista, que acumula cuatro temporadas en la Liga BBVA, llega tras haber obtenido la carta de libertad. Fichaje, por lo tanto, asequible, que debe servir para formar una base de integrantes a una plantilla que este verano va a necesitar de una decena de incorporaciones para tomar forma.


En esta operación, el Real Zaragoza gana a un centrocampista de gran potencial. No en vano, el Sevilla llegó a pagar por él la nada desdeñable cifra de ocho millones de euros. Evidentemente, el medio marfileño no ofreció el rendimiento deseado en la capital andaluza, lo que le sirvió para ser cedido al Espanyol durante el pasado mercado invernal. Un riesgo que Jiménez se ve capaz de afrontar. Desde luego, el reto no es nuevo para él. Así, cabe recordar que el preparador ya consiguió implicar en su proyecto a otros jugadores rebotados de sus clubes como Aranda o Apoño, quien previsiblemente volverá a defender al león rampante esta temporada.


Dos grupos

A sus 29 años, Romaric se antoja como un jugador difícilmente revalorizable. Aunque, teniendo en cuenta su coste cero, el margen de beneficio existente es amplio. Así, si su adquisición se hubiese de encuadrar en algún tipo, se asemejaría enormemente a la realizada con Loovens. Quintos del 83, los dos futbolistas pretenden relanzar su carrera en la que, por edad, puede ser su última gran oportunidad en la élite. Jugando en una de las ligas más prestigiosas del mundo y con un rol importante dentro del equipo. La cesión de Wílchez, con opción de compra, también podría encuadrarse dentro de este tipo. Además, curiosamente, el argentino cuenta con la misma edad que sus compañeros de grupo.


En el otro lado de esta peculiar clasificación se encontrarían las operaciones de Álvaro y Montañés. También las pretendidas de Recio y Álamo, claro. Todos ellos jóvenes, españoles y con la firme intención de aprovechar sus minutos en Primera División. De ir creciendo junto a un equipo que no quiere pasar los apuros a los que se ha llegado a acostumbrar. Dos vías para fortalecer un conjunto que, por primera vez, parece llevar un rumbo fijo.