Real Zaragoza

Pendientes del acuerdo por Jiménez

Entrenador y club siguen sin cerrar el compromiso que les mantenga unidos la próxima campaña.

Manolo Jiménez
jimenez
EFE

El acuerdo entre el Real Zaragoza y Manolo Jiménez se demora más de lo previsto. Pese al deseo de ambas partes de continuar la exitosa unión que procuró la permanencia la pasada temporada, las posturas no terminan de converger para desesperación del zaragocismo. Tras lo vivido durante el curso que acaba de terminar, la masa social blanquilla ha identificado al técnico sevillano como el garante necesario para el final del oscuro periodo vivido durante los últimos años. Una solución a la mala gestión realizada que se vería truncada en caso de que la reestructuración demandada por el del Arahal finalmente no se llevase a cabo.


Como cada verano, Agapito Iglesias ha anunciado cambios en el club. Un discurso que, aparentemente, coincidía con el blandido por Jiménez desde hace meses atrás. En su última comparecencia pública, el sevillano hablaba, prácticamente, como si su continuidad fuera segura. Apostando por una “modernización” cuyo pilar maestro era la creación de una comisión deportiva que avalara cada fichaje realizado.


En esa misma rueda de prensa, el preparador aseguraba que esperaba cerrar el acuerdo en “cuatro o cinco días”. No en vano, tanto él como el club parecían en sintonía y solo restaba plasmar las ideas en un papel. “Quiero irme de vacaciones con todo cerrado”, reconocía el propio técnico. Sin embargo, cumplida esa primera estimación, ahora los plazos se intuyen más largos. Inequívoca mala señal para un hombre que desea extirpar el vicio de cerrar todo a última hora. “La plantilla debe estar configurada antes del primer día de pretemporada. No concibo otra cosa”, decía Jiménez el pasado 16 de mayo. Claro que, lo primero, es construir los cimientos del edificio.