El Real Zaragoza ha cambiado. Los aragoneses ya no son aquel equipo timorato que se derrumbaba a las primeras de cambio. Poco a poco, gracias al trabajo de Manolo Jiménez, el cuadro blanquillo ha endurecido su psique y su juego. Puntales de la reacción que permite a los zaragocistas poder soñar con la salvación a falta de cinco jornadas para el término de la temporada.

En ocasiones, la brega y lucha da pie a la comisión de varias faltas a lo largo de un partido. No dar un balón por perdido es la nueva máxima, trabando el juego del equipo del rival para defender la meta propia. Esta filosofía ha llevado al conjunto zaragozano a realizar una media de 17,70 acciones irregulares por encuentro, siendo el tercer equipo de Primera División que más incurre en este tipo de lances. En esta particular clasificación, los zaragozanos solo son superados por Atlético de Madrid (18 faltas por partido) y Mallorca (18,03).

Por ello, el enfrentamiento entre aragoneses y baleares se prevé no apto para sensibles. Con dos equipos que no dudan en emplearse duramente cuando la situación del choque así lo requiere. Además, dicha naturaleza puede verse acrecentada por los incentivos existentes sobre el verde del Iberostar. Los locales, con 40 puntos actualmente, certificarían casi de manera absoluta su continuidad en la categoría de oro en caso de lograr la victoria. Los visitantes, por su parte, deben intentar el pleno de triunfos en lo que resta de campaña para intentar cerrar su tercer milagro consecutivo.

Acción coral

Curiosamente, ninguno de los dos contendientes posee un futbolista entre los cinco más duros del campeonato. Para vislumbrar un jugador bermellón entre los que más faltas comenten en Primera División hay que bajar hasta el sexto lugar, espacio donde se encuentra Pina. Esta temporada, al centrocampista mallorquinista le han señalado un total de 65 faltas. Doce más que Paredes, futbolista más expeditivo del Real Zaragoza.

La estadística refleja realidades diferentes si se atienden a las tarjetas vistas. En este apartado, el conjunto zaragozano ostenta el dudoso honor de ser el que más tarjetas rojas ha sufrido, con ocho. Contando, además, que Lanzaro, junto con el bético Mario, son los únicos jugadores que han sido expulsados en tres ocasiones. Respecto a las cartulinas amarillas señaladas, los dos contendientes son muy parejos. Así, los mallorquines han lidiado con 113 amonestaciones por las 112 de los blanquillos.