Ante el Granada

¿Se puede?

Tras el resultado y la mala imagen ofrecida en Sevilla, el zaragocismo retrocede hasta un estado de pesimismo que debe ser revocado el domingo.

El Real Zaragoza está a siete puntos del Villarreal
Partido en la Romareda_17
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

Dice el refranero del pesimista que contra más alto se suba, más durá será la caída. Sensación que, tras el partido en el Sánchez Pizjuán, ha afectado de lleno al zaragocismo. Si bien es cierto que nunca se llegó a salir de los puestos de descenso, la reacción protagonizada por el Real Zaragoza durante el pasado mes de marzo consiguió elevar la moral blanquilla hasta la estratosfera de los estados anímicos. Un optimismo exacerbado que, lamentablemente, se vio desmoronado en 45 infames minutos en los que el equipo zaragozano representó a la peor de sus versiones. Un auténtico despropósito capaz de evocar al fatalismo más enraizado.


Desde luego, la combinación de resultados dados en la jornada fue de lo más negativo para los intereses aragoneses. La victoria del Villarreal, lograda en el último minuto, insufló de aire los pulmones amarillos al mismo tiempo que paralizaba la respiración zaragozana. Mazazo al que hay que sumar el empate conseguido por el Granada frente al Athletic, que les deja con unos más que tranquilizadores 36 puntos. El abismo con los calificados como rivales directos se amplía de forma inversamente proporcional respecto a las jornadas que quedan por disputarse.


Razones para creer


Ante la contundencia de los números, pocos son los argumentos que pueden esgrimir la facción optimista. La única, agarrarse al día a día como filosofía y, con ella, a las posibilidades matemáticas todavía existentes. Las cuentas, siempre estimadas en torno a los 43 puntos finales, que no tienen porqué significar la permanencia, indican la necesidad de ganar cinco de los seis choques que restan por jugarse. Algo que podría verse favorecido por la inercia del calendario, benévolo con los aragoneses, aunque implica un cambio radical de imagen respecto a lo mostrado en el Sánchez Pizjuán.


El primer paso, obviamente, debe ser batir al Granada. Un hipotético triunfo local el sábado, a las 16.00, supondría acercar a los andaluces a cinco puntos de distancia. Todo un mundo, ciertamente, a recortar en cinco partidos. Esto es, viajes a Mallorca y Getafe, donde se cerrará el curso, y choques en La Romareda frente a Athletic, Levante y Racing de Santander. Los nazaríes, por su parte, deben enfrentarse a Mallorca, Levante, Espanyol, Real Madrid y Rayo Vallecano.


En la memoria positiva, un precedente. El protagonizado por el Mallorca en la temporada 2004/05. Aquel equipo, en el que figuraba Luis García, consiguió salvarse tras una segunda vuelta de escándalo, en la que se recuerdan como una de las remontadas más espectaculares del fútbol español. A falta de seis jornadas, los bermellones se encontraban a nueve puntos de la salvación. Una distancia todavía mayor a la que debe superar el Real Zaragoza. Sin embargo, en un magnífico 'sprint' de cuatro triunfos y dos empates lograron la permanencia. Toda una inspiración para la machada a conseguir.