Gueye y Quinteros, dos salidas que aborda directamente la propiedad de la SAD

El Real Zaragoza trabaja sobre las salidas de la plantilla de Pape Macktar Gueye y Jairo Quinteros, dos de los futbolistas que han militado en la temporada 22-23, recientemente concluida, en las filas zaragocistas. En ambos casos, es la propiedad, más allá de la dirección deportiva, quien tiene todas las claves para definir el futuro de los dos jugadores. 

Y es que tanto el gigante delantero centro senegalés como el defensa central hispano-boliviano fueron en su día, en el mercado del pasado verano, sendos fichajes derivados de las sinergias del grupo heterogéneo de propietarios que conforman el nuevo cuadro de mandos de la sociedad y que, entonces, acababan de llegar al viejo club aragonés. Gueye llegó del Oostende de la liga de Bélgica y Quinteros del Inter de Miami de Estados Unidos, equipo este que comparte presidente con el Real Zaragoza, el estadounidense -de origen cubano- Jorge Mas. 

Tanto Gueye como Quinteros fueron adquiridos en los últimos días del plazo de fichajes estival con la misma fórmula, la de la cesión. La del africano, con una cláusula de compra obligatoria del Real Zaragoza en caso de ascenso a Primera División, por valor de 3 millones. La del sudamericano, por dos años de duración. 

En el caso de Gueye, hay además otros epígrafes en su documento contractual que necesitan de un desenganche especial en las circunstancias que concurren y que se resumen en que al Real Zaragoza no le interesa su continuidad. Unos clausulados que, ya en el mercado invernal, durante el mes de enero, hicieron imposible cortar ahí la relación del ariete de Senegal con el club zaragocista, que ya pensó en ello seriamente hasta que se apreció la imposibilidad de acometerlo y se desistió hasta que la liga acabase, es decir, ahora mismo. 

En contra de las previsiones que tuvo la propiedad cuando dio el paso de reforzar al Real Zaragoza con Gueye y Quinteros, ni uno ni otro han alcanzado los mínimos aceptables de rendimiento durante todo el largo año en la Segunda División española. 

Sobre Quinteros, enseguida se vio que, en su rol de partida como cuarto central (vino para ocupar la plaza del desechado Enrique Clemente, canterano que se fue a Las Palmas, con quien ha ascendido a Primera División), iba a jugar muy poco. Solo que, finalmente, tal presunción ha alcanzado un grado extremo.

En el caso de Gueye, presentado como fichaje estrella, ese delantero goleador de alto nivel sobre el que el director deportivo de entonces, Miguel Torrecilla, dijo haber peinado el mercado mundial en busca de la mejor opción para reparar el principal defecto de la plantilla durante los dos años anteriores, que era la ausencia total de gol, sus números y maneras de desenvolverse lo fueron devaluando progresivamente hasta acabar siendo un jugador residual en los planes técnicos y motivo de polémica en determinadas fases complicadas de la liga con la afición.

Gueye se irá del Real Zaragoza con el terrible balance de cero goles marcados en 22 presencias en el equipo en los partidos de liga, más otro de Copa. Apenas ha pisado el césped 619 minutos en liga y 45 en el torneo copero. Todo secundario, incluso terciario.

Lo de Quinteros es aún más sonoro. Únicamente participó en un partido, en el campo del Leganés, entrando en los 12 últimos minutos de aquel duelo previo al parón navideño. Nada más. Por ejemplo, no sabe lo que es jugar en La Romareda ni un solo segundo.

En todo lo concerniente a estas dos piezas, dentro de la restauración de hondura que Juan Carlos Cordero, el nuevo director deportivo desde febrero) va a llevar a cabo en la plantilla del Real Zaragoza hasta el final de agosto, las gestiones mayores superan a la dirección deportiva dentro de la pirámide del 'staff' de la SAD.