REAL ZARAGOZA

Bebé ha de decidir si es cabeza de ratón o cola de león: se despide con un mensaje

El lisboeta abandona el Real Zaragoza después de cuatro meses de notable rendimiento, clave para la permanencia. La salida del entrenador Iraola del Rayo Vallecano complica su, ya difícil, vuelta el año que viene.

Thiago Bebé, en su última presencia en La Romareda.
Thiago Bebé, en su última presencia en La Romareda.
Toni Galán

Thiago Bebé jugó el pasado viernes sus últimos minutos con el Real Zaragoza, tras llegar a su fin la cesión pactada a finales de enero con el Rayo Vallecano, su club propietario de los derechos federativos. Jugó el partido completo frente al Tenerife de la jornada 42 y, al concluir ahí la liga, automáticamente retorna al equipo madrileño.

Han sido 16 partidos, 1.281 minutos luciendo la camiseta con el dorsal '4' del Real Zaragoza, que heredó el último día del mercado invernal, el 31 de enero, del desvinculado Petrovic (fue quien le tuvo que hacer hueco en una plantilla repleta de jugadores, superpoblada). Bebé ha marcado 4 goles en este tiempo, aderezados con una asistencia. Pero, sobre todo, ha revolucionado un lánguido sistema atacante hasta su llegada, ofreciendo alternativas, disparo, centros, regates, incursiones verticales, velocidad y liderazgo. Mucho liderazgo, propio de los jugadores de élite. 

¿Y ahora qué? Bebé tiene un caché que se va del alcance económico del Real Zaragoza en Segunda División. Estos cuatro meses, de hecho, el Rayo se comprometió en el trato a pagar un buen porcentaje de la parte proporcional que le correspondía pagar a la SAD aragonesa por este trecho del torneo. El salario-ficha de Bebé tiene 7 cifras, supera el millón de euros al año. Así que, de entrada, el Real Zaragoza cuenta con que tiene escasas opciones de poder pujar por el luso-caboverdiano en una oferta vis a vis, pura de mercado. 

Además, una variable de la ecuación que se ha planteado en la pizarra de la campaña que viene, la 23-24, se ha despejado del modo más perjudicial posible para los intereses y las pocas probabilidades con las que parte el Real Zaragoza para seguir contando con Bebé. Esta es la no continuidad del entrenador del Rayo Vallecano, el vasco Andoni Iraola, que en las últimas fechas anunció que se va de allí. 

Él es el técnico que despreció a Bebé, que lo hizo jugar escasamente en la primera parte del año pasado y patrocinó su salida hacia el Zaragoza. Si Iraola seguía en Vallecas, era seguro que Bebé forzaría su desvinculación con los de la barriada madrileña. 

Ahora, con un entrenador nuevo en el club franjirrojo, el futbolista de Lisboa tiende a hacer la pretemporada con su equipo matriz y a pelear legitimamente por un puesto útil en la plantilla de Primera División de cara al curso venidero. En este escenario, incluso juega en contra del Real Zaragoza la excelente conducta y rendimiento que ha dado Bebé como zaragocista, una paradoja. 

Dentro de este nuevo guion, solo queda un resquicio de esperanza para el equipo aragonés: la propia voluntad de Bebé, saber qué es lo que quiere, desea, pretende, busca y pondera el futbolista, que en julio cumplirá los 33 años. Si, en la puesta en la balanza de todos los conceptos de su futuro futbolístico, prefiere ser cabeza de ratón o ser cola de león.

La primera situación sabe que la tiene asegurada en el Real Zaragoza, equipo de Segunda División donde ha caído de pie y ha reverdecido viejas sensaciones de relevancia sobre el césped. Y la segunda, salvo volteo espectacular de las circunstancias mayores que rodean al fútbol, es probablemente la que le aguarda en el Rayo Vallecano, escuadra de Primera División con un esqueleto muy consolidado este año en una excelente campaña en la máxima categoría. 

Mientras tanto, Juan Carlos Cordero, el director deportivo del Real Zaragoza, ha puesto en marcha a toda velocidad todo el dispositivo de demolición, desescombro y reconstrucción de un vestuario que debe y va a sufrir profundos cambios... sin Bebé en su reparto de protagonistas. Una segunda cesión desde el Rayo o cualquier otro modelo de llegada del lisboeta al Real Zaragoza apunta a suceder, si es que fuese posible, bien avanzado el verano. Y tal vez Cordero no pueda esperar tanto dentro de una situación de máxima incertidumbre...

Despedida de Bebé en sus redes sociales

Thiago Bebé se despidió del zaragocismo a través de sus redes sociales este domingo. Lo hizo, como mandan las normas de esos medios de difusión, con un breve mensaje.

"Ha sido un tiempo muy especial para mi estar aquí en Zaragoza, una experiencia única. Me han hecho sentir en casa e importante en cada partido, no olvidaré como me habéis tratado en toda la ciudad, el cariño de los fans es algo que llevaré siempre conmigo, me habéis dado mucho ánimo y alergia, me quedo sobre todo con eso. Agradezco al club que siempre han sido muy atentos comigo, he conocido mucha gente nueva, aprendí un poco con cada uno y siempre os llevaré en mi corazón. Os deseo lo mejor y a por todas, Real Zaragoza", dijo el lisboeta con aroma a adiós definitivo.

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