La concentración del Real Zaragoza en Boltaña (Huesca), en caso de que el cuerpo técnico decidiera repetir la experiencia en el Pirineo Aragónes nuevamente el próximo mes de julio, corre serio peligro a causa de la sequía. 

El pozo del que se suministra el sistema de riego del campo de fútbol de Villaboya de la localidad de Sobrarbe está seco. La ausencia de lluvias durante el otoño, el invierno y lo que va de primavera, sumada a la escasez de nieve durante la parte más fría del invierno en las cumbres de que rodean estos valles que desembocan en el río Ara, han generado una incidencia absolutamente anómala en Boltaña. Las aguas subterráneas, el freático, se ha visto modificado. Y la zona deportiva del pueblo, que precisamente está colindante con el cauce fluvial, está carente del pozo que sirve para su mantenimiento. Principalmente, en el caso del campo de fútbol, para el uso del riego por aspersión. 

El estado de la hierba está ostensiblemente deteriorado, algo habitual cada año a estas alturas, cuando el Real Zaragoza ha barajado la opción de acudir a Boltaña a llevar a cabo una parte de su pretemporada, al inicio de la misma. Pero en las habituales labores de restauración que, asimismo, siempre han llevado a cabo los jardineros del club durante un mes antes de que el primer equipo aragonés acuda al Hotel Barceló Monasterio de Boltaña, esta vez es posible que no haya agua en la que apoyarse. Y eso, naturalmentee, abortaría la planificación de la estadía en tierras pirenaicas esta vez. 

Se están buscando soluciones alternativas desde el municipio boltañés, por otra parte sumido -como todos los de España- en las elecciones del próximo día 28, cuestión crucial para dar pasos en firme y que lleva congelada durante varias semanas por motivos obvios de espera al resultado de las urnas. 

La solución a este inconveniente, si la hay, deberá llegar lo antes posible por pura lógica respecto de las necesidades logísticas y de planificación que requiere el Real Zaragoza.