El Real Zaragoza acude al Comité de Apelación en busca de justicia con Zapater

Justicia. Eso es lo que busca, más que nunca, el Real Zaragoza con el caso Zapater y la tarjeta roja que el árbitro López Toca le mostró el domingo pasado en el minuto 35 del partido de Huesca. 

Por eso, ya está en marcha la maquinaria para presentar el recurso correspondiente en el Comité de Apelación, una vez que la primera instancia federativa en lo referente a la disciplina deportiva, el Comité de Competición, haya desestimado este miércoles las alegaciones iniciales presentadas por el departamento jurídico de la SAD. Apelación, segunda ventanilla a la que acudir en la Federación Española de Fútbol cuando se busca una defensa ante un posible agravio arbitral, se reunirá en las próximas horas para analizar el pliego de descargos de la entidad zaragocista. 

El Real Zaragoza busca justicia porque el origen de la drástica decisión del árbitro -expulsarlo del partido- fue una acción que Zapater no cometió según se narra en el acta. Un lance del juego que, además, las imágenes de televisión ponen en evidencia como error manifiesto de percepción del colegiado santanderino, circunstancia agravada por el hecho de que, desde el videoarbitraje, el asturiano Areces Franco no rectificara el yerro de su compañero sobre el césped de El Alcoraz. 

López Toca, al que Competición le ha dado la razón haciendo prevalecer el principio de autoridad del árbitro que suele imperar en un órgano extremadamente corporativista desde tiempos inmemoriables, escribió en el documento oficial que el capitán zaragocista "fue expulsado por el siguiente motivo: levantar el pie, impactando a un adversario en la zona de la cara poniendo en riesgo la integridad física del mismo, derribándole, en la disputa del balón". No se corresponde con la realidad esta descripción. 

Zapater no tocó en el rostro a Sielva, el adversario del Huesca que protagonizó la jugada polémica y que llevó a confusión al árbitro exagerando sus gestos tras la disputa de la pelota. Incluso en el vídeo se confirma, como ya declaró el propio futbolista ejeano en Huesca tras el partido, que retira hacia atrás el pie al ver que llega un futbolista azulgrana, en este caso el referido Sielva. El '21' zaragocista, es cierto, levantó el pie en exceso al no ver llegar al rival azulgrana, y esa acción debió sancionarse con falta a favor del Huesca y tarjeta amarilla por juego peligroso. Pero nunca roja (que lleva implícita la catalogación de juego violento).

En el seno del Real Zaragoza confían en que una apreciación objetiva del caso concluya con la retirada del partido de castigo que, oficialmente, ya pesa sobre Alberto Zapater y, de este modo, no cause baja el domingo en La Romareda frente al Albacete, el próximo rival.