El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la presidencia de la Federación de Cabo Verde son hoy miércoles focos de máxima atención en las oficinas del Real Zaragoza, donde se espera con máxima atención la respuesta de ambos organismos para dilucidar si Zapater y Bebé –uno de ellos, los dos o ninguno– pueden jugar finalmente en la siguiente cita liguera ante el Albacete.

Los jueces del primer comité sancionador de la RFEF suelen reunirse los miércoles en semanas ordinarias como esta, donde no hay siquiera jornada de Primera División de manera inminente por el parón por los compromisos de las selecciones nacionales. Así que hoy debería saberse su postura, bien aceptando las alegaciones zaragocistas, o bien rechazándolas, hipótesis esta que obligaría al club a acudir a la segunda instancia federativa, el Comité de Apelación.

Simultáneamente, se aguarda con ansia la respuesta de los federativos caboverdianos que, en la noche de ayer, aún deliberaban sobre su decisión de dar o no permiso a Bebé para que, tras jugar el primer partido de Cabo Verde ante Eswatini este viernes, regrese a Zaragoza sin tener que viajar al partido del martes día 28. Una y otra cuestiones son de primer orden para Escribá, pues se trata de dos titulares claves en el equipo actualmente. 

En ambas cuestiones hay gotas de optimismo entre los responsables del club blanquillo. En lo referente a Zapater, porque las imágenes son muy clarificadoras de que no hubo contacto entre la bota del capitán zaragocista y el oscense Sielva, como este fingió y, equivocadamente, reseñó en el acta el árbitro López Toca. Y en el asunto de Bebé, porque el futbolista está poniendo todo de su parte para tratar de convencer a los federativos de su país, Cabo Verde, de que lo dejen regresar a España tras jugar el primer partido de los dos programados, liberándolo de la obligación de jugar el segundo. Además, la sensación que existe en el Real Zaragoza es que hay receptividad por parte delos dirigentes caboverdianos.