La Ponferradina gana al Alavés 1-0 y eleva el nivel de los puntos para la salvación

La jornada adelantada al sábado dentro del capítulo 32º de la liga de Segunda División acabó con una sorpresa que repercute en la carrera del Real Zaragoza por huir de la zona más baja de la clasificación: la Ponferradina ganó 1-0 al Deportivo Alavés y eleva así la exigencia de la puntuación que será necesaria para asegurar la permanencia en las 10 últimas jornadas que restan. 

Los bercianos siguen cuartos por la cola de la tabla, en posición de descenso, pero alcanzan los 33 puntos y meten presión seria a los equipos que le preceden más cercanamente en la clasificación, entre ellos el zaragocista. 

A falta de los partidos del domingo, la Ponferradina se ha ubicado a solo 3 puntos del Sporting de Gijón, que tiene 36 y jugará a las 14.00 en El Plantío contra el Burgos, aspirante a un puesto de promoción de ascenso. Y está a solo 4 puntos del Racing de Santander, que disputará su partido en Lugo a las 18.30, en el campo del colista actual.

La siguiente referencia de alcance para los leoneses es ya el Real Zaragoza, con 5 puntos más, 38, a expensas de su duelo en Huesca a las 16.15 de la franja dominical. Esto es así porque el Oviedo, que era el equipo más próximo a la Ponferradina, también venció este sábado en su viaje a Leganés, por 0-1, huyendo del fuego momentáneamente y adelantando a los zaragozanos, con 39 puntos (uno más). 

Hace varias semanas que está claro que es la Ponferradina la baliza a mirar permanentemente para saber cuál va a ser la exigencia de esta temporada para obtener la salvación dentro del grupo de equipos apurados de mitad de tabla hacia abajo. Y el resultado victorioso de los leoneses ante el Alavés ha generado un efecto inesperado de presión máxima para todos ellos. 

Son los primeros síntomas y detalles propios del final de cada temporada cuando llegan estas fechas. Nervios, cálculos, quinielas, especulaciones y, sobre todo, dudas sobre cómo va a reaccionar y va a desenvolverse el Real Zaragoza en este clima de responsabilidad máxima. En Huesca no cabe la derrota para los blanquillos. Escribá y la plantilla saben que es perentorio sumar y, si es la victoria, mucho mejor. Lo contrario será dar varios pasos atrás en la apreciación visual y real de la clasificación de la jornada 32.