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El acompañante de Simeone, un jeroglífico

Desde su llegada, Escribá lo ha mezclado en la delantera con Gueye, Mollejo, Azón, Puche y, con una ligera variante táctica, con Vada. Hoy habrá un nuevo giro de ruleta.

Simeone celebra uno de sus seis goles con el Real Zaragoza.
Simeone celebra uno de sus seis goles con el Real Zaragoza.
Guillermo Mestre

Giuliano Simeone no encuentra una pareja estable en el dueto que Fran Escribá gusta de proponer tácticamente en cada partido en la delantera del Real Zaragoza

Junto a él han jugado en la demarcación más adelantada del equipo Gueye, Mollejo, Azón, Puche y, con matices, también Vada. Nadie, por distintos motivos, ha conseguido aferrarse a ese crucial papel de acompañar al joven argentino en la zona de vanguardia del cuadro zaragocista, la más próxima a las porterías rivales.

Desde que el entrenador valenciano vino a relevar al despedido Juan Carlos Carcedo el 7 de noviembre se experimentó un cambió importante en la estructura primigenia del proyecto deportivo. Escribá desechó el 4-2-3-1 de su antecesor para instaurar un 4-4-2 como patrón básico.

Con Carcedo, Simeone siempre jugó solo en punta, excepto algunas excepciones muy concretas. Por ejemplo, los dos primeros partidos de liga ante Las Palmas y Levante (ambos 0-0), en los que el titular como ‘9’ fue Narváez, antes de ser traspasado al Valladolid. O cuando se recuperó fugazmente de su primera lesión del verano, Azón tuvo ese rol frente al Eibar (0-0) y el Racing de Santander (derrota por 1-0), otros dos episodios aislados. Y el senegalés Gueye fue el ariete único en la visita a La Romareda del Villarreal B (2-1), una de sus dos titularidades. En estos casos, Carcedo echaba a la banda izquierda, como extremo, a Simeone. Lo alejaba del área.

Solo le dio tiempo a Carcedo a llevar a cabo una rareza en sus diseños de pizarra. Fue el día de la visita del Oviedo a La Romareda (1-1), cuando sí utilizó un 4-4-2 forzado para juntar a Simeone con Azón. Fue el primer día que los dos jugaron simultáneamente como delanteros titulares.

Lo más habitual hasta su destitución fue la soledad de Simeone en punta. Así peleó el ‘Cholito’ contra el Cartagena (1-0 adverso), Lugo (1-2 adverso), Ponferradina (victoria y doblete de Giuliano por 1-2), Sporting (victoria 1-0), Mirandés (derrota por 2-0), Tenerife (ganó el Zaragoza 0-2), Andorra (cayó 0-2 en casa) y Alavés (derrota por 1-0 y despido del técnico). Un total de ocho partidos de 15 los acometió Simeone como un náufrago, como solista perenne. Narváez y Azón lo fueron dos cada uno. Y Gueye lo fue en una ocasión.

Cuatro meses acompañado

Con la crisis de banquillo y de dirección deportiva sufrida en octubre y la contratacion de Escribá, enseguida se vio que por este flanco de la delantera iba a venir la principal novedad y variación de su nuevo Real Zaragoza. Simeone nunca estaría más solo. La carencia de gol ya era una evidencia a gritos y, de algún modo, el nuevo entrenador llegaba obligado a plasmar visiblemente una intención renovadora en ese ámbito.

Simeone, desde ese momento, ha jugado siete veces junto a Mollejo en el sufijo de ese 4-4-2, formando tándem de puntas puros. En dos partidos, junto a Gueye; y en otros dos, de la mano de Puche. Uno fue dúo con Azón. Y en la anterior salida a Málaga, en la que Escribá también ensayó su anomalía puntual modificando el sistema a un 4-2-3-1 que dejaba a Simeone de nuevo en solitario, regresando al pasado de Carcedo, realmente lo que intentó (sin ningún éxito) fue colocar a Vada como pareja de Giuliano, pero en vez de a la par, con un punto de partida en las combinaciones un poco más atrasado, en la clásica disposición del mediapunta.

Las lesiones de Azón y, sobre todo, Mollejo, han descolocado seriamente a Escribá a la hora de elegir esta pieza. Y, de paso, han desnudado la escasa solvencia del los aspirantes a ocupar ese crucial puesto de delantero titular junto al que, pese a su sequía de dos meses y medio, es el más atinado goleador del equipo con seis goles en la primera vuelta: Simeone.

Puche lleva dos partidos seguidos en La Romareda (Alavés y Burgos) sin alcanzar el aprobado en la vital función de delantero. Con Gueye, Escribá no cuenta para la titularidad desde el partido de Villarreal a primeros de enero, donde formó pareja con Mollejo al estar lesionado Simeone (faltó dos jornadas, en la otra la mezcla arriba fue Mollejo-Azón, en Gijón). El senegalés fue asimismo par de Simeone en punta en otras dos citas: en Cáceres frente al Diocesano (en la Copa) y en Albacete (con derrota 1-0 y empate sin goles, respectivamente).

Azón solo pudo ligar juego con Giuliano un rato, frente a la Ponferradina, antes de volverse a lesionar por tercera vez. Solo falta por probar el juvenil Sans. O, quizá hoy en Lugo, insistir con Gueye.

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