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El Real Zaragoza, abocado a la recta final del mercado

El Real Zaragoza asume que hasta el 30 o 31 de enero no se desbloqueará la ‘operación salida’. Cordero sigue sin encontrarle destino a los transferibles y todo queda a expensas de un cierre agitado.

Entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
Entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
Heraldo

A su llegada al Real Zaragoza, Juan Carlos Cordero ya era conocedor de la herencia que arrastraba de la anterior dirección deportiva encabezada por Miguel Torrecilla, pero en ningún caso imaginaba que la misma iba a acarrearle tantas dificultades a la hora de trabajar a corto plazo, en el mercado invernal en que nos encontramos.

Tres semanas después de asumir el cargo, JuanCarlos Cordero continúa sin sellar ninguna operación; continúa sin poder darle salida a aquellos jugadores señalados como transferibles y, por consiguiente, sin poder liberar alguna de las 25 fichas que en estos momentos están dadas de alta en la plantilla zaragocista.

El trabajo del nuevo director deportivo durante este periodo ha sido infructuoso, estéril. Y no parece que la situación se pueda resolver a la mayor brevedad. Es más, el club aragonés empieza a tener asumido que todo quede abocado al cierre de mercado, a unas últimas horas en las que Cordero tendrá que moverse con celeridad para mejorar el equipo que competirá durante el grueso de la segunda vuelta.

La llegada de un extremo específico sigue siendo la prioridad, y el Real Zaragoza ya ha visto escapar al que era uno de sus grandes objetivos para este mercado. Manu Vallejo está muy cerca de firmar con el Real Oviedo de Álvaro Cervera, lo que obliga a buscar alternativas en el puesto.

¿Hubiese venido Manu Vallejo en caso de tener fichas disponibles? Quizá no. Pero lo que sí resulta evidente es que el Real Zaragoza no ha podido jugar en igualdad de condiciones con los asturianos, que también tenían el problema del excedente de futbolistas y lo solucionaron con la rescisión del contrato de Marco Sangalli.

El vasco entendió su situación y abrió hueco a las llegadas, algo que no está ocurriendo en el Real Zaragoza con jugadores como Radosav Petrovic, James Igbekeme, Jairo Quinteros o Manu Molina.

A día de hoy, a solo cinco días para que se clausure el zoco invernal, ninguno de ellos quiere salir con las condiciones que se les ha planteado. A Petrovic, único que finaliza contrato el próximo mes de junio, siguen sin convencerle las propuestas que le llegan del extranjero; Igbekeme no concreta su cesión al Lugo, que no quiere hacerse cargo de la totalidad de su ficha (unos 120.000 euros por media temporada; Quinteros solo ha recibido propuestas de Primera RFEF o equipos de América que por ahora no le convencen; y lo de Manu Molina con el Tenerife tampoco termina de tomar vuelo.

Sin novedades

En las últimas horas no se han producido avances significativos en las negociaciones que Juan Carlos Cordero tiene abiertas con cada uno de los agentes, y el director deportivo es consciente de que todo va encaminado a resolverse entre el 30 y el 31 de enero, cuando se genere el llamado efecto dominó que haga saltar fichas en numerosos equipos de la Segunda División española.

Será entonces cuando salga a la luz un trabajo, el llevado a cabo por la dirección deportiva, que hasta ahora no está resultando productivo. Juan Carlos Cordero no tiene la fuerza negociadora ante futbolistas que no entran en los planes de futuro de Fran Escribá pero, sin embargo, tienen vínculos de larga duración.

Ellos deshojan la margarita sin dar facilidades a corto plazo y el club, considerando las consecuencias económicas, tampoco se decanta por la rescisión de sus contratos como solución efectiva.

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