Miércoles, jueves y viernes componen el programa de entrenamientos previos al próximo partido del Real Zaragoza, el sábado en Villarreal frente al filial amarillo. Tres sesiones intensas para que Fran Escribá y sus colaboradores preparen los detalles para ganar en el remodelado estadio de La Cerámica de la localidad castellonense en las que, muy al principio, ya se irá dilucidando si Bermejo, Vada y Zapater tienen opciones de reaparecer después de sus diferentes molestias físicas que los tienen de baja médica. 

Bermejo está en pleno proceso de rehabilitación de una rotura de aductor en Leganés el 19 de diciembre. Son ya 22 días de convalecencia y trabajos específicos para ir reparando el desgarro en la zona inguinal. Quizá sean pocos aún. Lo normal es que el mediapunta madrileño aún tenga que esperar algún partido más para volver a la normalidad. 

Vada, que sufre algo parecido pero en grado menor, pues no ha habido parte médico sobre sus molestias en los aductores que ya le impidieron viajar al referido partido de Leganés, trató de regresar al grupo tras la semana de vacaciones navideñas, el pasado 27 de diciembre, pero debió desistir al no encontrarse bien del problema. En el ensayo de este miércoles, todo lo más en el del jueves, se podrá colegir su estado con exactitud.

Y Zapater, titular y pieza clave en la resurrección del equipo de la mano de Escribá desde finales de noviembre, se volvió a resentir, a vueltas de la pausa de Navidad, de la patología que arrastra desde hace años en la espalda y que, ya en verano, le derrumbó la pretemporada por completo. Falta escrutar si es un simple pinchazo lumbar que pasará con unos días de reposo y tratamiento directo o, como en julio, requiere más calma y días de progresiva terapia. 

Sin estos tres jugadores, más los sancionados Lluís López y Grau, que vieron ante el Mirandés su quinta tarjeta amarilla y no viajarán a Villarreal, Escribá vería muy menoscabado su bloque habitual. La respuesta se sabrá en menos de 48 horas.