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Fran Escribá: "No tenemos plantilla para ascender, pero sí para competir"

El entrenador repasa en esta entrevista los focos de actualidad del Real Zaragoza: el fútbol del equipo, las expectativas de la segunda vuelta, los movimientos y planes del mercado de enero y la posible llegada de Juan Carlos Cordero a la dirección deportiva. 

Fran Escribá posa para HERALDO en la Ciudad Deportiva.
Fran Escribá posa para HERALDO en la Ciudad Deportiva.
Francisco Jiménez

El entrenador Fran Escribá repasa en esta entrevista con HERALDO los focos de actualidad del Real Zaragoza: el fútbol del equipo, las expectativas de la segunda vuelta, los movimientos y planes del mercado de enero y la posible llegada de Juan Carlos Cordero a la dirección deportiva.

¿Es Zaragoza y el Real Zaragoza lo que esperaba?Sí. Conocía la ciudad como turista, sabía que era grande y bonita, pero ahora que la conozco mejor, me parece más bonita de lo que pensaba. Tanto la gente como el club me ha acogido muy bien, estoy muy a gusto.

¿Es de los entrenadores a los que el fútbol les absorbe las 24 horas?Las 24 horas, no, pero sí mucho, sinceramente. Sobre todo, las semanas que estoy solo, porque mi familia va y viene. Vengo pronto a la Ciudad Deportiva, me voy de los últimos, y al llegar a casa, soy de los que sigue trabajando. Hago lo que me gusta, así que no me cuesta. Cuando tengo a la familia, sí salgo más a dar alguna vuelta, por la zona del Pilar, porque vivo relativamente cerca.

Después de varias temporadas alejado de la Segunda División tras aquel ascenso con el Elche en 2013, ¿qué categoría se ha encontrado? ¿Aprecia grandes diferencias?Ha mejorado, hay mejores equipos. Pero es una categoría muy parecida en su concepto general. Sigue siendo una competición muy igualada, como hace diez años. Hay, como es lógico, una calidad inferior a Primera, eso permite que el error no penalice tanto. Es una liga en la que hay que equivocarse poco, donde hay que ser un equipo defensivamente muy compacto y sólido. En Primera, al haber más calidad, los partidos son más abiertos. Hay más diferencias dentro de un partido. En Segunda, no es así. Alguna vez hay un resultado que llama la atención, pero, por lo general, los marcadores son muy ajustados. El nivel de los 22 equipos es muy parejo.

¿Es más diferencial un buen entrenador en una liga tan igualada y homogénea desde el punto de vista individual debido al control económico?Estoy de acuerdo. La incidencia de los entrenadores en Primera es menor. Es lógico. Cuando hay más calidad, intervienes menos. No solo cuando hablamos de calidad ofensiva, también defensiva. Hay jugadores internacionales en todos los equipos, eso implica que son mejores. En esta categoría, el entrenador disfruta más porque puede desarrollarse más. Hay que saber bien tu potencial, pero también el de los rivales, y eso te da opciones de trabajar muchas más cosas.

¿Qué punto de su evolución atraviesa ahora el Real Zaragoza después de reaccionar en juego y resultados con su llegada?Estamos en el camino. Ya dije después de ganar al Huesca que nos faltaba muchísimo. Esta competición tiene la ventaja de que es muy larga. Queda toda la segunda vuelta. Estamos en el buen camino, pero es obvio que nos quedan varias cosas por mejorar. Creo que va a haber mejoras individuales muy importantes -ya las ha estado habiendo- y esos crecimientos se trasladarán a nivel colectivo. Queremos ser un equipo que se equivoque menos, que aproveche más las ocasiones, mejorar la eficiencia en las dos áreas…

¿Controlar las áreas es lo más difícil?Sí. Sobre todo, lo defensivo. La incidencia del entrenador en determinados aspectos ofensivos es menor: se puede generar mucho, pero luego depende más de la calidad individual del futbolista. Estamos en el camino de mejorar en ambas situaciones.

¿Tiene este equipo un potencial de al menos 45 puntos en la segunda vuelta, como su Elche en su primera vuelta de 2013 o el mismo Zaragoza de Natxo González hace cinco temporadas? ¿Qué techo le observa?La ilusión la tenemos todos y va unida al proyecto del club. Ese proyecto es subir a Primera División. Todos lo tenemos claro. Una cosa es el potencial actual. El potencial actual del equipo no es para ascender como favorito. Pero en una categoría como esta no vamos a renunciar a nada. Nosotros no somos como los tres clubes descendidos de Primera que sí tienen ese único objetivo de subir. Y rara vez suben esos tres equipos. Hay mucha dificultad. Para nosotros, no puede ser una obligación. No tenemos una plantilla para subir, pero sí para competir. Pero igual que hay doce equipos más, igual que nosotros, con ese mismo potencial.

Sin embargo, si algo conocemos de la dinámica de la Segunda División es que da, no una ni dos oportunidades, sino hasta tres o cuatro…Sí, las da. No suelen descolgarse equipos, como sucede en Primera, donde también los de arriba suman muchos puntos. En Segunda, si enlazas dos o tres buenos resultados te acercas rápido a objetivos superiores. Y por abajo lo mismo. Eso nos tiene que hacer ver que si somos capaces de tener regularidad y vamos sumando, podemos aspirar a objetivos mayores. Esta categoría comienza a clarificar sus objetivos en los tres cuartos de competición. Antes, es complicado saber cuál es tu objetivo único.

Con ya dos meses de análisis y convivencia con el vestuario, ¿cuál es el diagnóstico completo que hace de los problemas que ha sufrido el equipo durante el curso?Ya dije que me encontré cosas buenas al llegar. Me encontré un grupo compacto, con mucho compañerismo y muy sano. Esa labor se hizo desde el inicio y hay que destacarla. Hay que darle mérito a todo el mundo. Cuando uno hereda un vestuario, ve rápido los problemas pero no tanto las virtudes. Y yo me encontré con un grupo muy bueno. ¿Problemas? Creo que el Zaragoza no tenía problemas especialmente graves. Hay equipos en apuros que los ves y observas problemas fáciles de detectar. Ni desde fuera ni ya dentro vi eso en el Zaragoza. ¿Que había que mejorar en lo ofensivo? Puede ser. Ahora hacemos más ocasiones y goles. Pero el equipo no era en nada un desastre. Era mejorable pero como sigue siéndolo hoy en día. Y defensivamente, un poco lo mismo. Hemos cambiado el sistema. El equipo venía jugando de otro modo diferente, y ahora nos hemos asentado sobre un esquema del que apenas nos movemos. Eso no quiere decir que el equipo vaya a ser siempre así.

¿Qué le proporciona ese 4-4-2 que no le ofrecen otras fórmulas?Nuestro crecimiento debía partir de un conocimiento básico de lo que queríamos, tanto en ataque como en defensa. Jugamos con un sistema que conoce cualquier futbolista. Nuestra plantilla encaja bien en él. Analicé ese tipo de cosas: ¿con qué sistema podíamos generar más? ¿Cómo podíamos evitar perder el equilibrio y ser un equipo roto? Con independencia del desastre del primero en Copa, hemos conseguido ese equilibrio, también hemos ganado en capacidad de producción ofensiva, y defensivamente hemos estado sin encajar en varios partidos y cerca de no encajar en algunos más. Hemos mejorado, pero creo que queda mucho más por hacer de lo que ya hemos hecho.

¿Por qué al equipo le costaba generar situaciones de remate? Hablamos de falta de gol, pero el Zaragoza lo que ha recuperado es su producción de ocasiones de gol.Nunca me ha gustado adaptar la plantilla a lo que yo quiero. Como entrenador, no solo hay que adaptarse a la plantilla, sino también al entorno. A la afición de Zaragoza le gustan los equipos dominantes, que vaya a por el partido y no especule. Es un mensaje que quisimos lanzar desde el primer día. Yo puedo ir al Ajax o al Barça y jugar con un sistema más defensivo y sacar buenos resultados, pero tampoco encajaría en una afición que está acostumbrada a ver otras cosas. Aquí se quieren equipos valientes. Pienso que nos hemos adaptado a eso. Aún falta, pero nadie puede decir que en un partido hemos salido a empatar o a no encajar. Vamos a por los partidos, y hasta algún punto se nos ha escapado por eso, como en Burgos. La gente entiende que nuestra propuesta va ser salir siempre a ganar.

¿Ha optado por simplificar las cosas en varios aspectos del juego: la salida del balón menos compleja, la orientación más profunda de los pases, acercar el foco del juego a zonas donde verdaderamente suceden las cosas..?Esos son ejemplos de los conceptos que a mí me gusta manejar siempre. Nunca he entendido en mis equipos que el fútbol de ataque se asentara sobre los centrales. Los centrales tienen que dar una salida sencilla. Si los futbolistas que tienen que dividir y ser determinantes, están a 70 metros de la portería rival es más complicado. Creo los centrales, al menos de uno de los laterales y uno de los medios, nos tienen que dar equilibrio. Pero tenemos que hacer llegarle el balón a uno de los medios, al más ofensivo, o a los interiores. Siempre metemos interiores de perfil ofensivo, como Vada o Bermejo. También le damos mucha importancia a los laterales: prefiero cinco subidas buenas a quince regulares. Eso ha simplificado algunas cosas, pero no jugamos directos. Nuestros centrales, si no es necesario, no la tienen que golpear. No hacemos saques de puerta largos. Nosotros vamos a intentar salir jugando y generando cosas, pero tenemos claro que, efectivamente, donde debe sostenerse el equipo es del centro del campo hacia adelante.

¿Quiere que su centro del campo sea más una zona de paso y equilibrio que de creación?Sí, pero nunca usamos un medio de claro perfil defensivo. Tal vez Petrovic es el único pivote así. Zapater, por ejemplo, se suelta. Francho es dinámico. Grau sí es más equilibrado… A lo que me refiero es que en casi todas las parejas siempre hay uno que se va a soltar. Pero nos da igual quien sea. No hay un medio al que le decimos que él es quien se queda y otro el que se despliega. Dependerá de la jugada. Es cierto que nuestro mediocampo es más un lugar de paso que de creación, pero también queremos que esos jugadores nos aporten goles. Es un error pensar que la responsabilidad de marcar debe ser solo de los delanteros. Lo he dicho en todos mis equipos. Interiores y medios deben aportar. No concibo que un interior acabe la temporada sin anotar.

Fran Escribá, entrenador del Real Zaragoza, en la Ciudad Deportiva
Fran Escribá, entrenador del Real Zaragoza, en la Ciudad Deportiva
Francisco Jiménez

Precisamente, el mediocentro es la posición más poblada de la plantilla, pero es  ahí donde se ha incorporado al primer fichaje de enero. ¿Qué puede aportar Tomás Alarcón que no otros? Da la sensación de que los perfiles mixtos son los que más le seducen.Sí. Hay una pequeña confusión con Tomás Alarcón en España porque en el Cádiz lo hemos visto con un perfil más defensivo de lo que realmente es. Antes de llegar al Cádiz, yo valoré la posibilidad de ficharlo para el Elche. Lo tenía visto y me gustaba, porque era un centrocampista con llegada. Aquí se le ha visto un perfil más defensivo, de equilibrio. Cuando hablé con él, le dije que no buscaba eso en él, sino un centrocampista de más recorrido. Quiero el llegador que vi en su equipo en Chile y en su selección. Que se suelte. Creo que va encajar perfectamente. Es mixto, puede defender, tiene dinamismo… Tiene más llegada de lo que hemos visto en España. Además, va a encajar muy bien con la afición por su carácter sudamericano, en el buen sentido: es un jugador de pelea, de apretar, de morder… De los que son más callados fuera del campo que dentro. Es muy tranquilo, pero entrenando, luego, es el primero que aprieta a los compañeros. Nos va a venir muy bien. 

¿Podrá debutar contra el Mirandés?Esperemos que sí. Está perfecto para jugar. 

¿Qué otras necesidades ha detectado en la plantilla?Yo me centro en lo que tenemos. Ya he dicho que no he dejado de tener reuniones con la secretaría técnica, a falta de la llegada de director deportivo. Hemos hablado de posibilidades, de los jugadores que participan menos y de la opción de incorporar gente. A día de hoy, para que alguien venga, debe salir alguien porque tenemos las fichas ocupadas. Hay que tener paciencia. El mercado de invierno siempre ofrece algo bueno, pero lo ofrece a última hora. Si no hay una oportunidad de mejorar algo que ya tengamos, nos quedaremos con lo que tenemos. Y si hay opciones incluso de que algunos puedan beneficiarse de más minutos que aquí en otros equipos, lo tendremos en cuenta. Pero no he hecho una petición como tal, de decir: “Necesito esto, esto y esto”. Simplemente he trasladado las carencias que creo que el equipo tiene, pero no solo para ahora, sino de cara al verano.

¿No cree que en algunas posiciones ofensivas falte, al menos, número de futbolistas?Ahora recuperamos a Iván Azón. Está perfecto y creemos que lo tendremos disponible para el domingo. Si lo pensamos bien, tenemos suficientes jugadores ofensivos, incluso alguno que no hay jugado en ataque que puede ser un segundo delantero, como Sergio Bermejo o Vada. A nivel numérico, el equipo tiene de todo: tres porteros, cuatro centrales, tres laterales izquierdos, tres derechos si contamos a Marcos Luna, seis mediocentros, potencialmente cinco o seis delanteros… Luego, a lo mejor, el mercado nos da opciones buenas. Sí que puede pasar que haya jugadores que puedan jugar menos. En ese caso, habrá que sentarse para hablarlo. O igual son ellos quienes puedan pedir salir. Ahora, no se ha dado el caso, pero estamos al comienzo del mercado.

James Igbekeme ha regresado de su cesión en la MLS. ¿Le puede ser útil? ¿Cuál es su situación?Lo primero es escucharlo a él. Cada vez le veo mejor. Lleva tiempo parado y se notaba falto de ritmo. Pero es un tipo de jugador pequeño, y los pequeños siempre pillan antes la forma. Quiero hablar con él y conocer sus inquietudes. No quiero tomar ninguna decisión sin escucharle. Hemos hablado algo, pero no nos hemos sentado. Igual yo tengo una idea y él piensa justo la contraria.

¿Le está condicionando no tener ese interlocutor de referencia que supone un director deportivo en un periodo de mercado de fichajes abierto?No. Ya se ha visto en el caso de Tomás Alarcón. Se han tomado decisiones sin tener director deportivo. Hemos ido trabajando igual, y cuando ha aparecido la opción, sin esperar a esa figura, que yo creo importante, se han tomado decisiones. Raúl (Sanllehí) ya dijo que había una necesidad y que estaba trabajando en solucionarla. 

Todo apunta que ese cargo lo ocupará Juan Carlos Cordero ¿Qué opinión tiene de él?Lo conozco porque llevo muchos años en el fútbol y él también. Desde el primer día que Raúl me dijo que estaba en proceso de selección para la dirección deportivo, le dije que no quería tener información. No tenía ninguna necesidad. Para eso está el director general. Me iba diciendo, sin nombrar a nadie, que había ido haciendo filtros hasta quedarse con dos o tres candidatos. Y ahí le dije que me quedaba. Si viene Cordero… Es un profesional con mucho bagaje, mucho conocimiento. Pero es una decisión de club.

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