Azón no se entrena con normalidad

Iván Azón sigue sin estar bien. En el entrenamiento de este jueves, que finalmente fue en el estadio de La Romareda (el plan inicial era no pisar el campo esta semana), fue la única ausencia al inicio de la sesión. El delantero centro aragonés tiene, por lo tanto, cada vez menos opciones de entrar en la lista de citados para el último choque del año 2022 y de la primera vuelta, que se jugará el lunes en Leganés (21.00). La lesión que arrastra en un muslo desde mitad de octubre -, una rotura fibrilar que no acaba de cerrar convenientemente y aún genera inseguridad en el futbolista- tiende a dejarlo K.O. hasta principios de enero, prácticamente tres meses de baja en el equipo. 

Cristian Álvarez, el otro inquilino de larga duración en la enfermería, que se rompió el codo en Vitoria hace mes y medio, proseguirá hasta enero con el proceso de rehabilitación según lo previsto, algo que marcha por la mejor de las expectativas médicas. 

La sesión matinal que dirigió Fran Escribá en el estadio municipal comenzó a tener ya matices tácticos destinados a acabar el año con un triunfo en Butarque frente a los leganenses, hecho que alzaría al Real Zaragoza a la cota más alta en la clasificación en lo que va de temporada, que será justo su ecuador cuando termine el partido en el sur de Madrid en la medianoche del lunes al martes. El ambiente en la plantilla sigue destilando positivismo y rostros alegres y confiados en sus propias fuerzas. El triunfo por 3-0 del pasado sábado ante el Huesca ha ejercido de resorte fundamental para elevar el ánimo a lo más alto.