El Real Zaragoza se entrena al regreso de Albacete: ya solo se piensa en el Huesca

No hay tiempo que perder ni un segundo para descansar. El Real Zaragoza, que volvió durante buena parte de la madrugada del martes al miércoles en autocar desde Albacete tras jugar -y empatar 0-0- allí en el partido de la jornada intersemanal, la 18ª, se citó para entrenar en la tarde de este frío miércoles en la Ciudad Deportiva. Una sesión suave, la clásica de después de un duelo oficial para tonificar músculos... pero esta vez con un aderezo importante. Y es que el sábado, en poco más de 72 horas, hay de nuevo jornada liguera, la tercera en una semana, que además trae a La Romareda el choque de rivalidad regional ante el Huesca. 

Los futbolistas del Real Zaragoza prepararán esta siempre especial cita en apenas dos entrenamientos con contenido futbolístico, los del jueves y el viernes. El calendario preparado para este torneo 22-23 no da respiro en este importante tramo. Fran Escribá, por esta razón, llevó a cabo una revolución extraordinaria en el once inicial de Albacete en la noche del martes, con siete cambios respecto del equipo que empezó el anterior partido, el ganado por 2-1 al Ibiza. Quiso racionar los minutos, los esfuerzos, de modo contundente para que el último episodio frente a los oscenses se pueda afrontar por su plantilla del mejor modo posible. 

Cristian Álvarez sigue siendo baja por la fractura de codo que sufrió hace un mes. También Petrovic, que está sancionado por la expulsión en Burgos. La tercera ausencia de los últimos tiempos, el delantero Azón, prosigue con su mejoría, incorporado parcialmente a estos entrenamientos rutinarios, pero su participación ante los oscenses es imposible. De los demás, nadie retornó de Albacete con problemas relevantes. Como apoyo, Escribá llamó este miércoles a los delanteros Guillem Naranjo (del filial, el RZD Aragón) y Pau Sans, del juvenil.

Es cuestión de afinar los picos de forma física en apenas dos días y de ensayar variantes tácticas concretas para tratar de sumar otra victoria encadenada en La Romareda. La clasificación sigue apretando por abajo al Real Zaragoza y la zona noble se va alejando progresivamente. Es el momento de reaccionar y Escribá así lo ha trasladado a los jugadores. Este miércoles, con la agridulce resaca del 0-0 del extraño partido de Albacete, se ha iniciado la preparación del enfrentamiento con el Huesca que, de acabar en triunfo blanquillo, daría un saldo de 7 puntos de 9 en esta semana clave de inicio de diciembre, una renta notable para tomar impulso en la segunda vuelta del torneo.