El Real Zaragoza cuenta en su dinámica actual con siete laterales, una desfiguración de su plantilla que contiene cuatro futbolistas para su banda derecha y tres para su flanco defensivo izquierdo. Sin embargo, así como en la izquierda Gabi Fuentes se ha apoderado del protagonismo indudable ante el papel residual de Carlos Nieto y Daniel Lasure, en la derecha el paisaje es muy distinto.

Aunque Fran Gámez se ha destacado en volumen de minutos (1.044) y número de titularidades (13), su peso cualitativo está muy alejado del nivel ofrecido la pasada temporada, cuando posiblemente fue el futbolista más regular de la plantilla, el fichaje más acertado de Miguel Torrecilla y el mejor asistente del equipo: siete goles facilitó en un ataque que no destacaba precisamente por su producción y acierto. De aquel Gámez al actual se ha abierto una brecha muy apreciable, ni tiene la influencia ofensiva del pasado curso, cuando su ‘timing’ en ataque fue uno de los signos de distinción del Zaragoza en sus mejores partidos, ni tampoco está asegurando garantías defensivas. El pasado domingo contra el Diocesano, firmó un error que costó el penalti de la eliminación al defender un balón en el segundo palo, una de sus mayores debilidades.

Carcedo ya comenzó a resquebrajar su confianza en él en sus últimos partidos, coincidiendo con el cambio al sistema de carrileros. Gámez ha sido suplente en dos de los últimos cuatro encuentros y ha sido sustituido en 9 de los 13 partidos en los que comenzó de inicio.

Gámez ha sido el titular, pero no con letras grandes, en una posición que precisamente destaca por tener hasta cuatro alternativas, demasiadas cuando se observa que ninguno se ha asentado de modo fiable. El lateral derecho, en cierto modo, está en el aire, más con la llegada de Escribá.

Gaizka Larrazabal ha sido la principal alternativa a Gámez. Carcedo le dio casi siempre consideración de lateral o carrilero derecho, pese a que en la planificación de la plantilla su clasificación fue como extremo. Ahí apenas ha jugado en un par de partidos: contra el Sporting y frente al Granada. El resto de sus apariciones, incluidas tres titularidades, han sido en el flanco derecho de la defensa, donde ha jugado más de 400 minutos de los 527 totales en la temporada. De inicio en el once, jugó de lateral en una línea de cuatro contra el Oviedo y como carrilero en un sistema 5-4-1 frente a Tenerife y Andorra. En esa función, destacó la pasada campaña en su cesión al Amorebieta.

Pero la plantilla, además, posee dos laterales derechos más. Marcos Luna, canterano en dinámica del primer equipo, es uno de ellos, aunque los 27 minutos jugados con Carcedo de forma testimonial frente a Villarreal B y Granada los jugó de extremo. Luna, recién renovado por el club, despuntó la pasada temporada en el Juvenil A como una de las joyas de la cantera jugando de lateral derecho, como ya se desempeñó en la pasada pretemporada. Pero de momento aún no ha sido instalado ahí.

Y que Carlos Vigaray, el teórico segundo lateral derecho junto a Gámez en la idea inicial de plantilla. Sin embargo, el madrileño aún no ha jugado ni un minuto. Sigue sin reaparecer después de casi dos años condicionado por una grave lesión de rodilla.