Carcedo y Torrecilla preparan las maletas

Juan Carlos Carcedo (con su equipo técnico) y Miguel Montes Torrecilla (con su equipo de dirección deportiva y secretaría técnica) están haciendo ya las maletas ante su inminente marcha del Real Zaragoza. La sonrojante derrota del viernes en Vitoria, por 1-0 ante un Alavés que jugó con 10 hombres durante más de medio partido y marcó el gol en inferioridad numérica, fue la gota que colmó el vaso de la crisis evidente que vive el equipo zaragocista en el primer trimestre de la liga 22-23. Raúl Sanllehí, el director general de la nueva SAD conformada en mayo con el cambio de propiedad llevado a cabo, ya no puede sostener más a sus dos apuestas personales para los dos puestos claves del área futbolística, que han significado un fracaso indiscutible a la vista de los resultados y la clasificación del equipo en tan ilusionante momento de la historia moderna del club. 

Desde el regreso de tierras vascas, en la madrugada del viernes al sábado, Sanllehí empezó a recibir inputs a su alrededor que han terminado por doblarle la mano que sujetaba a Carcedo y Torrecilla en sus cargos.

El acuerdo no pudo adoptarse en la tarde del sábado, cuando ya se abordó de lleno el crucial asunto del relevo y el golpe de timón en un equipo que camina cuesta abajo en prestaciones, rendimiento, ánimo y confianza en sus posibilidades. El golpe a los planes de la sociedad es serio y requiere pulso firme, cabeza fría y, sobre todo, mucho tino en la elección de los sustitutos y en el establecimiento de las nuevas pautas de trabajo para tratar de recuperar el camino adecuado que saque al Real Zaragoza de los puestos de cola en la clasificación y lo lleve a una situación de cierto sosiego a corto plazo. 

Desde primera hora de este domingo se reanudaron las conversaciones con los protagonistas, con sus entornos de representación y, en permanente contacto con los consejeros e inversionistas internacionales que dan forma al nuevo capital social del Real Zaragoza SAD, se vienen cerrando los muchos apartados que conlleva una destitución de este tipo. A la vez, se maneja con celeridad la sustitución de los mismos por nuevas figuras que traigan aire fresco al vestuario, muchas gotas de psicología y mano izquierda y un plan de reestructuración de la plantilla que, con profundidad y sin cortapisas, aporte desde el 1 de enero (cuando se abrirá el mercado invernal de fichajes y traspasos) una nueva cara a un plantel que ha sido puesto en evidencia por la propia competición por su inorperancia e ineficacia, con solo cuatro triunfos en 15 jornadas y, lo que es más preocupante, con solo 9 goles anotados en estos tres meses de liga. 

Si nada se tuerce, en la tarde dominical debe haber noticias oficiales y rotundas al respecto. Mientras tanto, el club guarda escrupuloso silencio, sabedor del enorme calado que tiene la decisión que va a acometer en este primer fin de semana de noviembre.