REAL ZARAGOZA

Sanllehí estudia con detalle las destituciones de Carcedo y Torrecilla

El director general del Real Zaragoza evitó tomar decisiones en caliente a la conclusión del partido del viernes en Vitoria pero cada vez tiene más inputs propios y de alrededor que le instan a cambiar el rumbo del proyecto.

Sanllehí, Carcedo y Torrecilla, en el inicio del proyecto 22-23
Sanllehí, Carcedo y Torrecilla, en el inicio del proyecto 22-23
Oliver Duch

Raúl Sanllehí, director general del Real Zaragoza y ejecutivo de máximo rango en la SAD que cambió de propiedad el pasado mes de mayo, estudia con todo detalle desde el mediodía de este sábado las destituciones del entrenador, Juan Carlos Carcedo, y el director deportivo, Miguel Montes Torrecilla. Una doble decisión de enorme profundidad en la marcha del proyecto de la entidad que requiere pulso firme, un giro en los planes globales de la campaña, una modificación presupuestaria y, sobre todo, un enorme acierto en quiénes sean los sustitutos para estos dos puestos de alta responsabilidad en el apartado futbolístico del negocio. 

Sanllehí está en permanente contacto con la mayor parte de los nuevos accionistas e inversionistas del Real Zaragoza SAD, la mayoría de ellos ubicados físicamente en otros lugares del mapamundi: Estados Unidos, Colombia o Francia. Asumir, transcurrido apenas un trimestre de liga, que el plan de empresa ha descarrilado de modo evidente, está siendo un trago difícil de pasar por parte de los consejeros y, asimismo, del propio Sanllehí. De hecho, desde que la censura a la labor de Carcedo y Torrecilla se hizo sonora y constante en las grada de La Romareda hace ya tres semanas (los gritos de reprobación han sido ostensibles en los tres últimos partidos en casa, con extensión a los aficionados desplazados en los tres más recientes a domicilio), el director general manifestó su propósito de mantenerlos en el cargo pese a todo con la confianza plena en que iban a ser capaces de reconducir los malos pasos del mal comienzo del torneo. Pero, lejos de ser así, el Real Zaragoza ha encarado el camino contrario, que avisa de serios problemas a corto plazo en la clasificación y el medio ambiente alrededor del equipo.

Pasado el calentón de Vitoria, de cuyo estadio, Mendizorroza, la expedición zaragocista salió pasadas las 00.00 rumbo a casa en autocar y coches por autopista, Sanllehí ha adoptado este sábado la postura analítica propia de su cargo. Con calma, evitando dar pasos en falso, pero asumiendo minuto a minuto, por convencimiento propio y por inputs decisivos que le llegan de alrededor, que Carcedo y Torrecilla están en una posición de no retorno en sus labores en el Real Zaragoza. 

Sanllehí bajó el viernes al vestuario del Real Zaragoza en Mendizorroza nada más concluir el partido, con la dolorosa y ruborizante derrota por 1-0 ante un Alavés que jugó más de medio partido con un futbolista menos después de sufrir una expulsión en el minuto 36 del partido, aún encendiendo la sangre de cualquier zaragocista o responsable del club. Allí lanzó un mensaje a la plantilla, antes del cual indicó a Miguel Torrecilla, el director deportivo, que saliera de la caseta. Quiso estar solo él. Los futbolistas quedaron también señalados como partícipes principales, más allá de las figuras del referido Torrecilla (el arquitecto de la plantilla) y del técnico Carcedo, de lo que está siendo un muy deficiente desarrollo de la temporada 22-23 en el Real Zaragoza de nuevo cuño societario. 

Los tiempos de la maniobra y el acierto en las decisiones claves

En esos detalles que Sanllehí (y el resto de responsables de la SAD) está escrutando en estas horas cruciales de este fin de semana de noviembre de cara al futuro inminente del Real Zaragoza, el epígrafe principal escrito en negrita y mayúsculas es el que insta a no fallar en el perfil y el nombre de los sustitutos. Tan necesario se estima ya relevar a Carcedo y Torrecilla como, especialmente, acertar de pleno en quienes los releven. La premisa de trabajo es clara y directa: el nuevo entrenador deberá encontrar una fórmula balsámica de inmediato, sin demoras, pues la zona de descenso amenaza con mala cara al equipo. Y el nuevo director deportivo deberá iniciar de súbito la reestructuración de la plantilla con vistas a ejecutar un buen paquete de salidas y de contratar entre cinco y seis refuerzos -de piezas con vitola de titularísimos- que puedan tomar cuerpo ya el 1 de enero, cuando se abra el mercado de invierno.

Este apartado es, desde hace un par de semanas, el que ha llevado a Sanllehí al trampantojo de considerar que Carcedo y Torrecilla lo estaban haciendo bien y que solo era cuestión de un poco más de suerte para encadenar dos o tres victorias seguidas que llevasen al Zaragoza a la zona alta de la tabla y aplacaran los ánimos críticos (considerados dentro del club, en un principio, exagerados e infundados). El catalán soñaba con estirar la situación actual, de proseguir las dudas y los malos pasos, hasta el parón de Navidad, que coincide con el final de la primera vuelta. Y, de ser considerado necesario por los dirigentes principales de la sociedad anónima, acometer ahí los cambios de hondura. Pero el fútbol, con su voz potente e inconstestable, ha hablado antes de ese deseo de Sanllehí y, pese a que hace 48 horas permanecía en pie su idea de alargar la presencia de Carcedo y Torrecilla un tiempo más, este episodio de Vitoria le ha podido doblar la mano sin remedio. 

Ahora solo queda esperar el cúando de esta puesta en escena. Se sabe el quién, se sabe el por qué, se sabe el cómo y se sabe el dónde. Carcedo y Torrecilla tienden a salir del Real Zaragoza en breve tiempo. Según deriven las conversaciones internas en el club, la comunicación oficial puede surgir este mismo sábado por la noche, aunque lo más probable es que sea a lo largo del domingo o a primera hora del lunes cuando se consume. De hecho, el plan de trabajo oficial de la plantilla hecho público por el departamento de comunicación de la entidad a última hora de la tarde sabatina concede descanso al equipo justamente el ya casi concluido sábado, todo el domingo y se anuncia el regreso a los entrenamientos el lunes a las 17.30.

La opción de que Carcedo pueda dirigir al Zaragoza el domingo próximo en Cáceres, en la primera eliminatoria de Copa ante el Diocesano de Segunda RFEF, parece algo improbable, aunque Sanllehí la defendía hasta hace muy poco. Y que el técnico se sentara en el siguiente duelo liguero en casa, ante el colista Málaga el día 19 (hay parón en la liga de dos semanas), es considerado ya como una decisión demasiado  contraproducente para la globalidad de la entidad vistos los acontecimientos.

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