El Real Zaragoza pisa la zona de descenso

Por primera vez esta temporada, el Real Zaragoza cae a los últimos cuatro puestos. Carcedo sigue impertérrito e inmutable en su discurso.

Fotos del partido Racing de Santander - Real Zaragoza
Carcedo durante el partido en Santander
Agencia LOF

El Real Zaragoza pisa desde anoche los puestos de descenso a la antigua Segunda B, ahora llamada Primera RFEF. Se veía venir hace ya varios partidos y, en esta jornada 10, se ha consumado: la derrota de este miércoles por la noche deja atascado al equipo aragonés en el puesto 19º, igualado a todo con el Real Oviedo (goles a favor y en contra incluidos), y con solo tres equipos por debajo de su alarmante posición, el Lugo, el Mirandés y el Málaga.

La ubicación aún puede ser empeorada si el citado Mirandés, que juega esta tarde a las 19.00 frente al Levante en su campo de Anduva, sale victorioso ante los valencianos. Entonces, el Real Zaragoza, en vez de ser cuarto por la cola, será antepenúltimo.

Pese a esta realidad, Juan Carlos Carcedo, el entrenador zaragocista ofreció en El Sardinero otra rueda de prensa del mismo tenor que las últimas, en las que elude lo sustancial de lo que acontece y se enroca en un posicionamiento ajeno al sentir del zaragocismo, como si el vestuario y los profesionales estuvieran por encima y al margen del resto de los sujetos que viven el día a día del club de fútbol.

"El primer tiempo ha estado bastante igualado y creo que hemos hecho las cosas bien. Hemos tenido la posesión y el partido estaba donde nosotros queríamos. Evidentemente, la expulsión ha variado todo", dijo sobre la primera mitad, acabada con el clásico 0-0 en el tanteador y sin que el Zaragoza tirase ni una sola vez a portería.

"El gol del Racing nos ha hecho daño porque ya estábamos cerca de final. Y creo que estábamos en momentos en los que nos podíamos haber aprovechado de su ansiedad", apuntó el técnico en una lectura particular de la segunda parte, otro tramo en el que el Real Zaragoza, ya en inferioridad, tampoco disparó ni una sola vez entre los tres palos y sus pasos por el área racinguista caben en los dedos de una mano.

Y es que Carcedo no participa de los defectos que, desde fuera y para la mayoría, presenta su Zaragoza y que ayer reiteró. "Hemos metido línea de cinco atrás y hemos tapado más o menos bien toda la amplitud del Racing y su intención de jugarnos por fuera. Cuando nos han marcado hemos intentado variar, salir un poco más de atrás. Ya no nos valía la derrota", argumentó.

Y sobre su futuro inmediato, su delicada situación como entrenador, Carcedo sigue cerrándose en su caparazón, eludiendo el asunto con su tesis habitual: "La plantilla cree. Vamos a recuperar a la gente para el siguiente partido y yo estoy seguro de que lo van a dar todo para que la gente se vaya contenta a casa el sábado. A nosotros, lo que nos preocupa, es que los jugadores se levanten, hacer un buen equipo y ganar. Es en lo que este cuerpo técnico se centra", concluyó impertérrito.

La línea que une a Carcedo con el sentir general del zaragocismo es, por estas permanentes declaraciones en lo que ya tiene forma de una evidente crisis, es tangencial. Apenas entra en terrenos de asunción de responsabilidades ni en mensajes de tinte anímico, psicológico o sentimental. El equipo se le está hundiendo pero su discurso no varía y se aleja de lo nuclear.

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