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Responsabilidad y buen ambiente en la expedición del Real Zaragoza en Ponferrada
La plantilla de Juan Carlos Carcedo aguarda las horas previas al encuentro de este domingo (18.30) con la mentalidad de conseguir un triunfo que revierta el desalentador inicio de temporada.
El buen ambiente y las ganas de conseguir la primera victoria de la temporada reinan este domingo en la expedición del Real Zaragoza en Ponferrada. La plantilla y el cuerpo técnico, que llegaron a la ciudad leonesa a última hora del sábado tras un largo viaje por carretera, ansían revertir cuanto antes este inesperado y decepcionante inicio de curso.
Los jugadores de Juan Carlos Carcedo han dado esta mañana un breve paseo junto al hotel donde permanecen concentrados. Los jardínes del parque Gil y Carrasco han servido a los futbolistas para estirar las piernas y destensar los músculos. La sensación de responsabilidad y las ganas de vencer son palpables en la plantilla, que también ha llevado a cabo una pequeña sesión de activación previa al encuentro en El Toralín.
Una de las notas simpáticas de la mañana la ha puesto un pequeño aficionado afincado en Ponferrada que se ha acercado, junto a su padre (ambos con la camiseta del Deportivo), a saludar a Víctor Mollejo. El joven ha podido saludar al futbolista, que todavía no se ha estrenado como titular esta campaña, con el que también se ha realizado varias fotografías. Además, varios aficionados del Real Zaragoza también se han dejado ver ataviados con los colores aragoneses por el centro de la ciudad.
Todo el mundo en Ponferrada es consciente de la necesidad de vencer este domingo. Después de dos empates y dos derrotas consecutivas, la última especialmente dolorosa ante el Lugo en La Romareda, el margen de maniobra comienza a ser cada vez más pequeño. El Zaragoza necesita ganar hoy por dos motivos: el primero, clasificatorio, ya que actualmente ocupa una anecdótica posición de descenso; el segundo, moral. Un triunfo en El Bierzo le aportaría una significativa dosis de confianza y, de paso, ahuyentaría viejos fantasmas del pasado.
El balón echará a rodar a las 18.30. Hasta entonces, el Real Zaragoza descansa en su hotel de Ponferrada con una única idea en la cabeza: vencer, como sea, esta tarde en El Toralín.
