Una de las sorprendentes noticias que dejó el partido de este sábado en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Levante fue la comprobación de que la nueva iluminación de las torres del estadio, estrenada durante la segunda parte al anochecer, ha empeorado la luz en el terreno de juego y en todo el ambiente del graderío. Fue una sensación visual que notaron la mayoría de espectadores.

A instancias de La Liga (LFP), el Real Zaragoza se ha visto forzado a cambiar las lámparas clásicas que llevaban instaladas décadas en las cuatro esquinas por los nuevos y homologados focos led, de luz blanca. Pero el resultado no fue el esperado, sin el contrario.

Una visión tenue, de semi penumbra en algunos puntos, pegaba a los ojos desde cualquier punto de las tribunas, acostumbrados a disfrutar en Zaragoza durante infinidad de años de una de las mejores iluminaciones del fútbol español, brillante y sin una sombra emitida por los jugadores sobre la hierba en sus movimientos. En este partido de principio de temporada ante el Levante, esas sombras eran ostensibles, molestas incluso en una mirada panorámica, asemejables a las que proyectaban los viejos focos de los años sesenta y setenta.

En el club se asegura que la reforma ha sido calibrada bajo la supervisión de La Liga. Por sentido común, cabría pensar que algo no debe estar bien ajustado si de mejorar la iluminación anterior se trataba, pues el efecto obtenido es el opuesto. Otra cosa es que, precisamente, en el caso de Zaragoza y La Romareda, estemos ante un caso paradigmático a consecuencia de la exigencia inflexible de La Liga que alude a que en cada estadio ha de haber un número concreto y exacto de lux, que es la medida de potencia lumínica y que resulta factor fundamental para la transmisión de los partidos por televisión, la madre de todos los grifos de generación y reparto de dinero en el negocio e industria del fútbol español en los últimos tiempos. 

Y será paradójico porque se puede estar ante un caso invertido al de otros estadios donde la obligatoriedad de poner los focos led ha sido provocada porque su nivel de lux anterior era insuficiente, casos del Anxo Carro de Lugo, de El Toralín de Ponferrada, de Cartago Nova de Cartagena, de El Alcoraz de Huesca... En Zaragoza, el problema sería que lo que realmente había era "un exceso de luminosidad" que "quemaba" los ajustes y parámetros técnicos de la iluminación de la operativa para televisar los partidos desde La Romareda, por lo que, en este caso, lo que ha habido que hacer es rebajar la potencia vieja y acomodarla con las nuevas unidades lumínicas a los lux concretos que se requieren. De ahí que se llamativo ver en las torres remozadas apenas 43 lámparas cuando antes se superaban, en cada una de ellas, las 70. Hay muchos menos focos de luz, es obvio. 

Sea como fuere, el Real Zaragoza ha hecho lo que le han pedido desde La Liga. Y, así, ha terminado con año y medio de acumulación de fuertes multas por no cumplir con el mandato interno de la patronal de cambiar la iluminación de su estadio. Esta postura, que ha generado un serio roto económico en las arcas blanquillas en este tiempo reciente, asumido porque era menos costoso pagar esas sanciones cada 15 días que afrontar este cambio de equipamiento en las torres de este verano, algo que ahora sí se ha acometido gracias al dinero del fondo CVC, a la coincidencia de la inversión del Ayuntamiento para poder albergar el partido internacional España-Suiza dentro de un mes y dentro del marco restaurador que se ha establecido en el club tras la llegada de la nueva propiedad de la SAD.

El ejemplo gráfico utilizado para explicar lo que ha podido suceder en La Romareda con esta sensación de pérdida de brillo y potencia en la luz es útil: si la televisión requiere de un grado 10 de lux, en aquellos estadios donde había un nivel de 5, 6 o 7, es evidente que la reforma de sus torres de iluminación ha sido hacia la ganancia. Pero si, como parece ser, hay campos como La Romareda donde el aporte de luz era de 12 o 13, la readaptación a lo que se solicita desde las plataformas audiovisuales ha de caminar hacia una reducción de lux. El siguiente partido ante el Lugo, el 4 de septiembre a las 21.00, será la segunda oportunidad para ver si esto es ya definitivo o todavía cabe algún ajuste.