Juan Carlos Carcedo viaja esta tarde de sábado a Lérida al frente de Real Zaragoza para jugar el segundo amistoso del verano, ante el Lleida Esportiu de Segunda RFEF (19.30, Camp d'Esports). Es, por encima de todo, la suya es la citación más importante en la lista oficial de expedicionarios hasta la vecina ciudad catalana. El técnico prosigue su mejoría bajo control médico tras el problema cardiaco que sufrió hace justo una semana en Boltaña (Huesca) y que terminó suspendiendo la concentración del equipo en el Pirineo Aragonés cuatro días antes de lo previsto. 

El técnico riojano se lleva a 23 futbolistas hasta Lérida. Las grandes novedades son Mollejo y Molina, los dos últimos fichajes, que hace tres días no llegaron a vestirse para jugar ante el Aragón en el primer envite amistoso del verano, pues acababan de llegar al vestuario. Esta vez sí que estrenarán sus camisetas, con los números 28 y 23, respectivamente.

Se siguen quedando fuera los cinco tocados físicamente desde el mismo arranque de la pretemporada: los porteros Cristian Álvarez y Ratón, Vigaray, Clemente y Zapater. Esta vez, a diferencia del miércoles pasado ante el Aragón, Nick Buyla -uno de los que deben salir del equipo- sí que ha sido incluido en el grupo. Y es novedad el apoyo de un defensa central del equipo B, Operé, recién fichado del Villarreal C, pues no está en la lista Nieto, con molestias musculares de última hora, lo mismo que Petrovic, dos ausencias llamativas. 

Así, los que jugarán esta tarde-noche ante el Lleida serán los porteros Rebollo y Acín; y Gámez, Luna, Chavarría, Lasure, Jair, Francés, Lluís López, Operé, Grau, Francho, Nick Buyla, Molina, Eugeni, Vada, Bermejo, Larrazabal, Puche, Narváez, Mollejo, Simeone y Azón. 

En la primera prueba con rival, el miércoles pasado, el Real Zaragoza venció por 3-0 al RZD Aragón, con goles de Javi Hernández, en propia puerta, Gámez y Bermejo, un partido que estaba previsto disputarse en Boltaña y que tuvo lugar en la Ciudad Deportiva tras el retreso prematuro de allí por el caso Carcedo. Hoy debería concluir esa estadía pirenaica, viajando directamete de Boltaña a Lérida. Naturalmente, el viaje tiene ahora otra naturaleza tras la mutación sufrida en el programa del cuadro zaragocista.