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Vaquero y Luna, dos canteranos que se estrenan en esta pretemporada de 2023

Medio centro creativo y lateral derecho, respectivamente, son las jóvenes promesas de la Ciudad Deportiva que se postulan para entrar cuanto antes en los planes del primer equipo aragonés. 

Vaquero (izda.) y Luna (dcha.) posan para HERALDO en el atrio del Hotel Monasterio de Boltaña.
Vaquero (izda.) y Luna (dcha.) posan para HERALDO en el atrio del Hotel Monasterio de Boltaña.
Daniel Marzo

ALBERTO VAQUERO AGUILAR. Zaragoza, 12-11-2002 (19 años). Centrocampista, mediapunta. 1,85.

El año pasado ya fue convocado con el primer equipo, esto no es para usted una sorpresa.

Sí, estuve citado en cinco partidos de liga. Viajé a Ponferrada y los otros cuatro fueron siempre en La Romareda. Fueron días donde se acumularon una serie de bajas en la primera plantilla y fui llamado por Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ para estar en el banquillo.

¿Sintió algo de decepción al no llegar a debutar ni un solo minuto, algo que sí pudo disfrutar su compañero Rubio, delantero también del Aragón?

Siempre se te queda la espinita clavada cuando acaba la liga y has estado cerca de debutar con el Real Zaragoza. Pero, de verdad, para mí el año pasado ya fue importante estar mucho tiempo siendo uno más del grupo del primer equipo. Solo ir convocado, no ya una o dos veces, sino cinco, me hace estar para siempre súper agradecido a Jim.

Esta década en Segunda División ha favorecido que los canteranos del Real Zaragoza tengan más oportunidades que nunca para promocionarse hacia el primer equipo.

Sí, yo creo que en ese sentido somos una generación de jóvenes afortunados. Dentro de esta fase de la vida del club, una de las partes positivas es que se ha mirado y se ha tenido en cuenta a la cantera más que nunca seguramente. Antes era mucho más difícil superar la puerta entre el filial y la Primera División.

¿Siente, pues, que está en el momento adecuado y el momento preciso para dar el salto al profesionalismo?

Sí, sin duda. Creo que el Real Zaragoza tiene en cuenta a su fútbol base. Y ojalá siga así mucho tiempo, siempre. En la Ciudad Deportiva hay muchos futbolistas con potencial para seguir nutriendo al primer equipo sin ningún problema.

¿Dónde se ve jugando en el Real Zaragoza grande?

Soy mediocentro o me muevo por delante del pivote. Algo similar al juego de Francho. Yo soy zurdo y él diestro, pero nos gusta jugar por zonas muy parecidas. Creo que tengo bastante llegada al área rival, me gusta hacerlo. Este año pasado he metido cinco goles partiendo desde la línea de creación.

Apartado clave este del gol para un mediocentro.

Yo considero que es fundamental aportar gol a un equipo desde todos los puestos. Y más desde la línea de mediocampistas. A mí me gusta disparar a puerta y siempre lo intento.

El valor de los zurdos sigue siempre al alza en el fútbol.

Bueno, ahora creo que hay más zurdos que hace unos años. Al menos en el Real Zaragoza. Y ya no pasa como hace muchos años, cuando se decía que teníamos la derecha para subir al autobús. Yo me manejo bien con la pierna diestra, no un zurdo cerrado.

Su trayectoria por las categorías formativas ha sido un carrusel. Y de ahí también sacará sus consecuencias.

Claro que sí. Empecé en el Oliver y me marché de niño al Villarreal. Estuve allí un año, viviendo en la residencia de Miralcamp que tiene el club de Castellón. Pero tuve que volver a Zaragoza y fuí al Oliver de nuevo y al Olivar. A la Ciudad Deportiva entré hace poco, al Juvenil de División de Honor. Esta es mi tercera temporada como jugador del Real Zaragoza.

Usted fue, pues, uno de los ‘fugados’ del fútbol aragonés al Villarreal en edad muy temprana.

Fue una etapa bastante dura para mí. Me fui allí muy pequeño, con 13 años y lo pasé mal, sobre todo los primeros meses. Aquella experiencia me llevó a madurar mucho enseguida. Salir de casa siendo un niño… no es recomendable. Como en casa no se está en ningún lado a esa edad.

¿Cómo asimila su inclusión en el grupo de profesionales?

Que te llamen para una pretemporada entera en un sueño. Estás mes o mes y medio con la gente del primer equipo, como uno más, y eso es un salto de calidad enorme para un chico del B. Es un tiempo importante de adaptación que quiero aprovechar. Siento que voy dando pasos clave, firmes. Y eso me hace mucha ilusión y me carga de responsabilidad y ganas por llegar. Cada día me veo mejor en el campo y más integrado. El grupo de mayores es un grupo muy homogéneo, muy sano, sin distancias con los jóvenes.

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MARCOS LUNA RUIZ. Zaragoza, 5-4-2003. Lateral derecho. 1,83

Es usted la gran sorpresa de esta pretemporada de 2023, pues asciende directamente desde el juvenil.

Estar aquí en Boltaña es algo sorprendente incluso para mí. No me esperaba esto hace pocas semanas. Es una llamada muy ilusionante, una locura.

¿Cómo fue esa llamada?

Me llamó Miguel Torrecilla. Estaba yo tranquilamente en casa y recibí una llamada de un móvil no grabado que respondí pensando que era lo de siempre, publicidad o cualquier cosa de estas. Me dijo quien era y me preguntó si estaba disponible para venir con el primer equipo a Boltaña a hacer la pretemporada. Imagínese. La respuesta fue inmediata: un sí rotundo. Aunque estuviese a punto de irme de vacaciones a cualquier parte del mundo, esto no lo cambio por nada.

Es usted un lateral derecho corpulento, potente, de 1,83 de altura. Una pieza singular para muchos entrenadores.

Yo me defino como un lateral con envergadura física, como salta a la vista, pero también con velocidad y llegada al área. Siempre he tenido capacidad física como para estar siempre subiendo y bajando la banda, de forma repetida. Me gusta mucho ese tipo de juego.

Comparando con los dos laterales actuales del equipo profesional, es usted más Vigaray que Gámez.

Así es. Por mi morfología física, está claro. En el juego aéreo siempre han contado conmigo en la defensa de estrategias por motivos obvios: aportas tu uno ochenta y tantos de estatura y te acabas especializando en ello. En mi crecimiento desde niño he ido evolucionando en el juego por alto. Este último año, en División de Honor Juvenil, me ha tocado ser importante en esas jugadas, tanto en defensa como en ataque. He ganado mucho en la faceta del juego de cabeza. Hasta he jugado de central varias veces. Pero a mí me gusta más el lateral. Necesito irme arriba de vez en cuando.

Asistencias, centros y… ¿goles también?

Sí, sí. El año pasado tuve fortuna y anoté cinco goles. Y pudo haber sido alguno más, porque fallé algunos claros. Como lateral, lo mío es más dar asistencias desde posición de banda, pero no rehuyo el disparo a puerta. Me gusta leer la jugada y, para tener opciones de gol, es importante que tus compañeros conozcan tus movimientos cuando entras en el área.

En su caso, de casta le viene al galgo.

Mi padre ya jugó en el Aragón, llegó hasta el filial como futbolista del Real Zaragoza. Era de la generación de Seba, Roberto Martínez -el actual seleccionador de Bélgica- y otros.

¿Se machaca en el gimnasio o no pasa demasiado por él?

Bueno, este verano ha habido que anular las vacaciones y prepararme como nunca para venir fuerte a la pretemporada con el primer equipo. El fútbol profesional necesita cada vez más de físico. No hay más que ver que los futbolistas cada vez se retiran más tarde, hay una preparación impresionante. Los jóvenes tenemos que crecer futbolísticamente de la mano de una mejora física grande. Estoy en ello.

Lo suyo será volver al filial para jugar en Segunda RFEF…

Es lo natural. Pero yo me tomo esta pretemporada como un sueño cumplido, un paso adelante muy importante en mi crecimiento. Yo voy a seguir trabajando con la máxima humildad, como siempre. Mi sitio es el filial. Pero también sé cómo es esto del fútbol y, si hay una mínima oportunidad, quiero mostrar que estoy dispuesto y preparado para aprovecharla. Si me llega la opción de debutar en el primer equipo, me tiraré de cabeza a por ello.

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