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Seis futbolistas tocados y al margen... y rondos ¡de 24 jugadores!
Los porteros Cristian Álvarez y Ratón, junto a Vigaray, Zapater, Clemente y, al final de la mañana, también Francés, se ejercitan al margen del grupo por diferentes molestias físicas en el primer día en Boltaña.
Dos imágenes han llamado la atención en el desarrollo del primer entrenamiento del Real Zaragoza en Boltaña en la mañana de este sábado. Por un lado, el grupo de jugadores tocados, con lesiones o molestias físicas diversas, que trabajan al margen del grupo y que ha pasado de 5 al principio del ensayo a 6 a mitad del mismo: a Cristian Álvarez, Ratón (los dos porteros veteranos), Zapater, Clemente y Vigaray se acabó uniendo también Francés después de haber empezado la jornada con los demás. Y por otra parte, la composición de los rondos de calentamiento propuestos por el técnico Carcedo, con 24 jugadores implicados en ellos al unísono, con petos de tres colores distintos para mover el balón en un espacio de campo que corresponde a la mitad del mismo.
Lo primero, esa media docena de futbolistas con mermas, forma parte de los gajes de un trabajo duro de pretemporada. Lo segundo, es la derivada inevitable de haber llegado a esta fase de mitad del verano futbolístico zaragocista con una plantilla tan amplia y a la que los ejecutivos del área deportiva han de limar en muchas de sus piezas de aquí a finales de agosto, labor nada sencilla. Que fuesen 29 los jugadores que bajaron el viernes del autobús del Real Zaragoza no es lo habitual, pero ha resultado inevitable por la acumulación de contratos en vigor que ha heredado la actual propiedad respecto de la labor de las direcciones deportivas precedentes en el tiempo.
No se conocen con certeza las dolencias de los jugadores afectados, pues no existen partes médicos en el nuevo funcionamiento interno. Solo Zapater, en su rueda de prensa ofrecida en Zaragoza la semana pasada, desveló que sufrió un fuerte episodio de dolor de espalda que le ha obligado a parar. Y también se supo ahí que Carcedo y su cuerpo técnico tiene por premisa, en esta época de preparación intensa, que cualquier futbolista que sienta el más mínimo atisbo de lesión, dolencia muscular o articular, debe detenerse de inmediato para evitar lesiones mayores.
En estas coordenadas de trabajo, el primer entrenamiento del Real Zaragoza en Boltaña ha puesto de manifiesto la singularidad de este verano, con un vestuario lleno de piezas al que le hacen falta salidas progresivas para, sobre todo, ir culminando el proceso de fichajes de refuerzos. Por ahora, solo el punta Simeone y el tercer portero, Rebollo, son caras nuevas, más allá de los apoyos llegados del filial esta vez, Luna, Vaquero y el portero Acín (Puche no puede ser considerado cara nueva, obviamente)
