Los ataques por las bandas y la estrategia, primeros pasos tácticos de Carcedo

Primer entrenamiento a la vista del Real Zaragoza, en el estreno de la esperada concentración del equipo en Boltaña (Huesca), y primeros pasos con el balón de un equipo que viene cimentando durante dos semanas un profundo trabajo físico que tiene a varios jugadores abollados en su respuesta. Algo natural en plena fase estival y pos vacacional. 

Juan Carlos Carcedo, un entrenador espartano en cualquier apartado del juego que acomete, destinó casi dos horas a establecer las primeras nociones de juego ofensivo por las bandas, con cientos de centros a las áreas (sí, cientos), pues el amplísimo equipo con el que cuenta le permitió montar dos aparatos ofensivos completos distintos, uno sobre cada portería, que culminaros con remates sin cesar, preferentemente con la cabeza, en busca de goles a través de ese mecanismo tan crucial en el fútbol ancestral y que tanto se han perdido en el Real Zaragoza en las dos últimas temporadas.

Primer entrenamiento del Real Zaragoza en Boltaña

Medios centro, laterales ofensivos, interiores y, sobre todo, cuatro o cinco jugadores llegando al área constantemente para buscar los centros, dieron forma a una parte del ensayo muy plástica. Los porteros, a veces fueron humanos (Rebollo y Acín, pues Cristian Álvarez y Ratón trabajaron aparte) y, otras, fueron muñecos de hierro clavados en el centro del marco. Lo importante era rematar, no parar. Era un simulacro para definidores, para fabricantes de jugadas de gol procedentes de los extremos, de los laterales. El ABC del fútbol viejo que alguién extravió para mal en el Real Zaragoza hace un par de campañas y hay que recuperar como sea. 

Al final de la mañana, Carcedo también plantó una barrera de defensas postizos sobre el borde del área y retó a varios de sus jugadores (Francés, Gámez, Chavarría, Larrazabal...) a lanzar golpes francos directos desde 18 o 20 metros en busca del gol. Este es otro de los viejos formatos goleadores de estrategia que el Real Zaragoza tiene olvidados desde hace años. Y Carcedo lo sabe. Y quiere encontrar quién y cómo le ayude a ponerlo de nuevo en práctica. Son muchos los puntos que se suman en un año a base de faltas, centros y cabezazos en el área si se hace bien esa tarea. Plausible iniciativa del técnico riojano que, en los sucesivo, requerirá buen tino de sus muchachos (quizá también entre los que aún faltan por venir) y muchos ratos de ensayos de calidad. Al final, se trata de eso, de unas pizcas de clase con mucha insistencia en la práctica. Constancia y aptitud.