El Real Zaragoza llega, a eso de las 20.00 de este viernes 15 de julio, a su concentración de Boltaña (Huesca), que será la 9ª edición de sus visitas a esta bella localidad de Sobrarbe en los 18 años que tiene de existencia el Hotel Barceló Monasterio. Bajo la nueva batuta del entrenador Juan Carlos Carcedo, en torno a 28 futbolistas (la cantidad mayor de toda la historia a estas alturas de verano) comenzarán en la matinal del sábado una semana de trabajo en el Pirineo Aragonés, la segunda fase de la pretemporada tras 10 días previos en la Ciudad Deportiva donde la preparación física ha sido la base de todas las sesiones de preparación. 

El equipo zaragocista retorna a Boltaña después de 3 años, pues la pandemia de covid paró la vida y la normalidad después de aquella última estancia aquí, a orillas del río Ara cuando, en julio de 2019, Víctor Fernández abanderó el último Zaragoza que ha estado cerca de subir de nuevo a Primera División. En 2020, Rubén Baraja trabajó como pudo en plenas restricciones sanitarias sin salir de la Ciudad Deportiva, sin salir de casa. Y el año pasado, 2021, Juan Ignacio Martínez 'Jim' consideró mejor mezclar los ensayos de Zaragoza con una estadía en San Pedro de Pinatar (Murcia) que resultó singular, sin pasar por tierras pirenaicas. 

Carcedo será el 7º entrenador en venir a Boltaña a dar los primeros pasos de un curso con el Real Zaragoza. Esto es así porque, en las 9 precampañas vividas aquí, solo uno ha repetido -hasta 3 veces- al frente del banquillo: el referido Víctor Fernández, que ejerció aquí en 2006, 2007 y 2019. Los demás, subieron a Sobrarbe y no tuvieron ocasión de doblar experiencia porque las cosas no salieron bien a posteriori.

Así, Víctor Muñoz era en técnico cuando Boltaña estrenó en 2005 su magno hotel Monasterio (de la mano de Alfonso Solans Solans, entonces también presidente y máximo accionista del Real Zaragoza). En 2015, tras un largo trecho sin pisar la localidad boltañesa pues Agapito Iglesias llevó al equipo a su tierra de origen, Navaleno y San Leonardo de Yagüe (Soria) entre 2008 y 1012; y, en sus estertores, el valenciano García Pitarch acercó en 2013 a la plantilla a su Valencia natal, a Alcalá de la Selva (Teruel), el Zaragoza retornó al Monasterio. El entrenador del regreso a Boltaña era el serbio Ranko Popovic. Lo anterior era todo en Primera División. Esta fase iniciada por el balcánico ya tenía bases de Segunda. El año anterior, 2014, Víctor Muñoz afrontó la pretemporada más dura de toda la vida zaragocista, en mitad de una caótica compraventa de la SAD, laborando sin plantilla en la Ciudad Deportiva mientras se hacía el masaje cardiaco al club, sin opción alguna de salir de casa ese verano. 

Tras Popovic, en 2016 fue Luis Milla el inquilino de la habitación del entrenador. En 2017, Natxo González. En 2018, Imanol Idiakez. Hasta llegar a la reseñada última pieza de la cadena boltañesa, la del 19 con Fernández, la última que aquí recuerdan. 

Desde las 20.00 de este viernes 15 de julio y hasta el sábado 23 el Real Zaragoza será imán de seguidores blanquillos en este Valle del Ara. Será el único pedazo de 10 meses de calendario en el que se podrán ver los entrenamientos de Carcedo. 

Por ahora, solo hay dos nuevos fichajes: los jóvenes Giuliano Simeone, delantero que llega del Atlético de Madrid B, y Rebollo, portero fichado del Betis B. Se espera en esta semana próxima que la nómina de caras nuevas aumente en Boltaña. Así como las salidas. Solo Baselga (ya cedido al Calahorra y, seguramente, Javi Ros (que asume su marcha), van a quedarse fuera del amplio reparto de jugadores con los que ha venido ensayando el técnico en Zaragoza estas dos semanas precedentes. Los demás, todos los prescindibles siguen sin resolver su salida.