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La maduración de aquel Francho de la Champions Juvenil de 2019-20

El capitán de la mejor generación de la cantera de las últimas décadas, renovado y mejorado su contrato básico tras dos años de crecimiento en un hábitat complicado, abandera la ilusión por un futuro inmediato mejor. 

Francho, capitán del Real Zaragoza Juvenil en el partido ante el Apoel Nicosia de Chipre en la Youth League 19-20. Ganó 5-0 el equipo aragonés en La Romareda.
Francho, capitán del Real Zaragoza Juvenil en el partido ante el Apoel Nicosia de Chipre en la Youth League 19-20. Ganó 5-0 el equipo aragonés en La Romareda.
Daniel Marzo

Francho era el capitán del Real Zaragoza Juvenil campeón de liga en el curso 2018-19, que también fue campeón de campeones de liga ese mismo año en una final inolvidable en Balaídos (Vigo) contra el Villarreal. El joven Serrano Gracia ya manejaba los galones que le daba el brazalete en cada partido, con la cuatribarrada aragonesa en las competiciones domésticas, amarillo fosforito en los partidos de la UEFA Youth League que, por ser el mejor equipo de España en esa generación, pudo disputar en el curso siguiente, 19-20. 

Iván Martínez, el entrenador de aquel histórico equipo, nunca dudó en otorgarle la responsabilidad a Francho de ser el jefe de aquella solvente plantilla. Tenía personalidad, poso, talante, manejo de la situación en el campo, calma entre la zozobra, nervio en los ratos de apagón. Pudo haber otros capitanes en ese grupo, pero el elegido fue siempre Francho. 

Un '6' de corte clásico (aquellos juveniles jugaban a la antigua, del 1 al 11, quizá como debería ser siempre). Un medio centro de largo recorrido, de ida y vuelta, caporal de cientos de metros cuadrados del terreno de juego. Que igual cortaba una acción defensiva al borde del área propia como, instantes después, dibujaba un pase de peligro extremo en el área contraria. Un gran ayudante en labores de apoyo atrás, un firme referente en los ataques por el centro en la distribución. 

A la Ciudad Deportiva, para ver a los juveniles, no acude nunca mucha gente. Hace tiempo que es un espectáculo restringido a padres, madres, novias, hermanos-as, tíos, abuelos, amigos... y los pocos forofos del lugar. Ah, y también los agentes, representantes, 'scoutings' y demás aderezos de la industria del fútbol del s. XXI. Ahí, Francho y sus colegas de camada tuvieron durante largo tiempo el techo bajo que tienen todos los canteranos en el sentido de expansión limitada para ser conocidos. Fue la Champions League Juvenil (la Youth) la que los puso a todos en el escaparate de la afición blanquilla, con partidos singulares en La Romareda ante el Korona Kielce de Polonia, el Apoel Nicosia de Chipre y el Oympique Lyon de Francia. Ahí, Francho dio, seguramente, sus pasos más firmes hacia lo que es hoy: un canterano con hechuras de profesional firme, de progresión posible hacia la élite. 

La cara de niño se ha mutado desde 2019 a 2022 a la de una persona madurada. Revisar la fototeca es un ejercico magnífico siempre en estos casos. Serrano ha jugado 30 y 32 partidos de liga, respectivamente, con el primer equipo en los dos últimos años. Dos cursos complicadísimos, de máximo riesgo de descenso para la entidad. Y ahí, con sus amigos Francés y Azón (Iván), se ha erigido en cimiento y puntal clave para que esto no se venga abajo. 

Ahora, con la renovación y mejora de su contrato, dejando atrás el dorsal 27 de equipo filial y adquiriendo el 14 del primer equipo que siempre ha anhelado, Francho va a saltar a otro grado de rango dentro del equipo. Aquel imberbe chaval de 18 años que disfrutó y se mostró a todos en el juvenil europeo de aquellas mágicas tardes en La Romareda tendrá ya 21 años cuando pase el Pilar. Su actitud es ejemplar, como la de sus paisanos generacionales de este Zaragoza de años difíciles: Francés y Azón

Hasta ahora, han estado siempre -los tres- bajo el peligro de creerse más de lo que en verdad son todavía. La ponderación superlativa enmedio de la mediocridad ha tendido muchos días al engaño. A Francho, como a Francés y Azón, le falta, probablemente, verse rodeado de un equipo de notables, que no de bajos vuelos como hasta hoy.

¿Cómo será Francho (y Francés y Azón y...) en un once inicial de calidad, con un equipo que habite en la cabeza de la clasificación en vez de padecer como hasta ahora en pleno proceso de consolidación como jugador profesional? La respuesta a esta cuestión fundalmental es la que espera con esperanza el zaragocismo en general. Se está a tiempo de todo. Todos. 

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