El valor de los seis últimos partidos para el Real Zaragoza: casi un millón de euros

Alrededor de 820.000 euros pone en juego el Real Zaragoza en las seis jornadas que restan de temporada, justo la diferencia que va entre quedar 8º o 18º en la clasificación, horquilla de casos extremos en la que aún puede moverse el equipo blanquillo según le vayan los marcadores en esas citas que le faltan por afrontar, frente al Burgos, Alcorcón y Lugo en La Romareda y, entremedias de cada una de ellas, los desplazamientos a Eibar, Oviedo y San Sebastián, para rematar el curso ante el filial de la Real Sociedad en el estadio de Anoeta.

Porque, desde hace un tiempo, un lustro, La Liga premia económicamente la posición final de cada equipo, tanto en Primera como en Segunda División. Es un estímulo más, extraordinario, sugerente y al margen de lo puramente futbolístico, para que nadie se relaje en un epílogo de torneo en el que, como sucede este año, haya varios clubes sin aspiraciones ni riesgos, sin nada que pelear ni por arriba ni por abajo, y tiendan a dejarse llevar.

No quiere la LFP que se puedan adulterar conductas o intensidades competitivas y, por ello, se produzcan daños a terceros. Y por eso, en acuerdo común con los 42 equipos profesionales de España, se instauró este sistema de recompensas por puesto final en la tabla. Cuanto más alto quede un equipo en el escalafón de una campaña más cobra. Y viceversa. Y, como se observa en la tabla adjunta que refleja lo estipulado para el término de esta liga 21-22, las cantidades no son pequeñas. Merece la pena luchar hasta el final por agarrar un puesto lo mejor posible.

Tras el 1-1 del domingo pasado en Huesca, el Real Zaragoza llega a las últimas seis jornadas de la liga 21-22 ubicado en el puesto 12º, con 48 puntos. Y de lo que sea capaz de hacer o no hacer en esos postreros seis partidos que faltan para las vacaciones oficiales de verano depende la obtención de un volumen de dinero importante para el presupuesto del año venidero.

Y es tal en estado de cosas en la zona media, esa cada vez más poblada ‘zona de nadie’ que se mueve en escasos puntos de distancia entre unos y otros, que los zaragocistas, bordándolo, podrían alcanzar la 8ª posición el último fin de semana de mayo, del mismo modo que, si se abandonaran en la melancolía, podrián caerse incluso hasta el 18º lugar. Y ahí entra en juego el valor del mecanismo de incentivos económicos de la patronal.

Cómo funciona el sistema

La Liga estima en torno a 1.600 el monto total de derechos de televisión que repartirá entre los 42 miembros de su estructura. El acuerdo aceptado por el colectivo es que el 90 por ciento se lo repartan los de Primera y el 10 por ciento sea para los de Segunda. O sea, 1.440 millones irán a las arcas de los clubes de la categoría de élite y apenas 160 a los de plata.

De esos 160 millones el 70% se distribuirá de manera líneal, todos lo mismo como base de partida: 112 millones divididos por 22 equipos, hacen una cifra de 5.090.090 euros para cada uno.

Y, el 30 por ciento restante, se divide en dos partes. Una, del 15% del global (24 millones), que se otorgan de manera desigual bajo unos parámetros establecidos por La Liga que conciernen a la denominada ‘implantación social’ de cada club. En este nicho de ingresos televisivos el Real Zaragoza es uno de los que mejor parados sale, pues se trata de cuestiones relativas al historial de cada entidad, su número de socios/abonados, la asistencia global de público a sus estadios durante la temporada, la cantidad de pinchazos en las transmisiones de televisión (índices de audiencia)...

Y, por fin, el 15% restante, otros 24 millones, son los que llegan a las arcas de los 22 contendientes de Segunda a través de los premios por clasificación que ahora y aquí se están tratando a falta de seis semanas para finiquitarse la liga. Este 15% es, si se observa la normativa, el único que cada uno se puede ganar en el campo con su rendimento, su actitud y su solvencia en los marcadores. Lo demás viene dado de por sí.

Cada puesto, su tarifa

El campeón se llevará, por esa cosecha del primer puesto, 3.710.000 euros. El colista (será el Alcorcón), solo ‘ganara’ 60.000 euros. Son las antípodas de la clasificación y bien que se nota en este apartado de emolumentos. Entre uno y otro, el baremo va moviéndose con cierto criterio ascendente o descendente según la posición.

Si el Real Zaragoza mantuviese el actual 12º puesto el último día recibirá 600.000 euros por este concepto clasificatorio. Su aspiración de alcanzar la 8ª plaza, de lograrla en un sobresaliente esprint final, lo llevaría a ganarse 1.090.000 euros. El salto supondría 490.000 euros. Si, por el contrario, se despeñase hasta el 18º escalón en un final sin aplicación mínima en los partidos, la recompensa sería de solo 270.000 euros.

Esta hipótesis, mera recreación, ayuda a entender perfectamente la importancia de lo que el Zaragoza pone en juego en los seis partidos restantes. Lejos de ser meros trámites, son fuente de unos ingresos cruciales para unas arcas tan ajustadas como son las zaragocistas desde el desastre agapitista que arrasó con la salud de la SAD en aquella era que unió 2006 con 2014. Época que estuvo en a un paso de suponer la liquidación de la entidad blanquilla de no haber mediado la aparición de la propiedad que ahora, tras ocho años de gestión sostenida en lo financiero como principal tarea de estabilidad societaria, va a ceder el testigo al nuevo grupo de compradores.

Cualquier dinero que llegue hoy en día a las cuentas es divisa de enorme cotización en el seno del Real Zaragoza. Y el que la actual plantilla y cuerpo técnico pueden lograr de aquí al 29 de mayo no es cualquier cosa. Ahí pueden estar dos, tres o cuatro fichajes para el año que viene. Nadie debe ser ajeno a esta cuestión. Es de interés empresarial.