Real Zaragoza 1 - 0 Girona

La victoria más brillante del Real Zaragoza en este curso para tumbar al lanzado Girona

Con un golazo de bandera de Sainz, una obra de arte del vasco antes del descanso, los aragoneses vencieron 1-0 al cuarto clasificado y siguen permitiendo las cábalas en la tabla.

Foto del partido Real Zaragoza-Girona, de la jornada 35 de Segunda División, en La Romareda.
Foto del partido Real Zaragoza-Girona, de la jornada 35 de Segunda División, en La Romareda.
José Miguel Marco

El Real Zaragoza firmó su partido más brillante de todo lo que va de temporada en La Romareda, y son ya ocho meses, para terminar derrotando por 1-0 a un lanzado Girona, que venía con unas credenciales de seis partidos seguidos venciendo que los blanquillos cortaron de cuajo con un juego brillante por momentos, solvente y sin apenas errores serios. Los de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’, sin ninguna presión en el juego, mostraron su mejor cara e hicieron disfrutar, por fin, a su afición de una vistosa y satisfactoria tarde de fútbol.

Muy buena fue ya la primera parte de los blanquillos, con buena disposición defensiva en el primer tramo en el que el lanzado Girona quiso imponer su ritmo y, sobre todo, con una gran capacidad de contragolpe y control del juego una vez se le pasó la efervescencia a los catalanes, que fue pronto. Y eso que la primera gran ocasión de gol había sido zaragocista, en el minuto 2, algo parecido a lo acontecido hace una semana en Tenerife, con un doble remate en el área chica de Azón y Bermejo que increíblemente no fue dentro de la red. El primero remató contra el portero y el segundo envió el rechace por encima del larguero. Es de esas oportunidades de marcar que no se deben desaprovechar jamás.

Arnau falló a quemarropa en el minuto 8 lo que fue la réplica gerundense, aunque estaba en fuera de juego. Fue un aviso a la zaga aragonesa de que no cabían despistes de ese grosor por pasividad excesiva. Paso a paso, con una buena actividad ofensiva de los laterales, Gámez y Chavarría, y la brega de Sainz y Azón (Bermejo, la novedad en el once inicial, estuvo sensiblemente más desenchufado), el equipo de Jim fue tomando el timón de operaciones. Eugeni, algo disperso, lanzó una falta directa desde 35 minutos que el arquero Juan Carlos echó a córner cuando se colaba, en el minuto 19. Y Gámez probó la suerte de Nayim, una vaselina desde más de 45 metros, casi en medio campo, que se le fue por encima del larguero por un metro con el portero visitante adelantado. Era el minuto 25 y el Zaragoza ya tenía la sensación de poder tumbar al Girona, que empezó a dar síntomas de galleo fallido de su entrenador, Míchel, que había dejado fuera del equipo titular al goleador Stuani en un gesto de poderío excesivo. Decepcionaba ya por entonces el cuadro catalán, lento, previsible, alejado del porte de un aspirante a todo.

Así fue el golazo de Borja Sainz frente al Girona.
La Liga

En un balón suelto en el área zaragocista en el 28, Baena controló y disparó con fuera al centro del marco, respondiendo Cristian Álvarez con las dos manos. Hacía mucho rato que no había noticias del Girona y, además, fue una falsa alarma. Porque los locales iban a disfrutar de un golazo de bandera en el 32 firmado por Borja Sainz en una contra individual desde medio campo en la que se comió en velocidad a Lozano, mostró picardías en la conducción y protección de la pelota en carrera y, finalmente, definió con una vaselina soberbia que superó por arriba a Juan Carlos para abrir el marcador de forma brillante a más no poder. Justicia hacía esa maravilla de diana del vasco, al que su ejecución le vino de perlas para reivindicarse después de días de muchas intenciones y pocos efectos ante la portería.

El equipo zaragozano se creció con el 1-0 y el Girona se miró al espejo y vio a un fracasado. Eugeni en el 36, si Gámez le hubiese puesto mejor un centro al segundo palo cantado en otro contragolpe de gran valor de los de Jim, pudo haber hecho el 2-0, pero el remate forzado se le fue fuera. A los de Míchel el descanso les hizo de campana salvadora cual boxeador atolondrado por los golpes del adversario. Zapater (muy bien en el corte y los apoyos atrás) y Vada se estaban merendando a Lozano, Aleix García e Iván Martín, una medular catalana inexistente todo el tiempo. Tenía muy buena pinta el duelo en el intermedio, aunque todo el mundo esperase la reacción de los de Montilivi, jugándose tanto como se jugaban este domingo en La Romareda.

El técnico visitante hizo un doble cambio en el refrigerio. Metió a Terrats y Samu Saiz (le perdonó así que le llamase ‘payaso’ la semana pasada en una sustitución) y redujo su defensa de cinco a cuatro piezas, pues retiró al central Bernardo, así como a Lozano, que había quedado retratado por Sainz en el gol zaragocista. Pese a los evidentes intentos de revivir de Míchel, su equipo no lo logró y el primer cuarto de hora de la reanudación transcurrió sin apenas pisarse las dos áreas. Los de Jim estaban cómodos atrás con su 1-0. Enseguida quitó además al apagado Bermejo y dio pasaporte de regreso a Narváez tras tres semanas ausente. El reloj era un aliado zaragocista. Además, al Girona las cosas le seguían saliendo torcidas: Terrats, uno de los recambios, cayó lesionado pronto y desmontó la idea de Míchel, que aprovechó para meter ya a Stuani a falta de media hora. El Zaragoza, mientras, adormecía el juego con sentido.

Hasta el minuto 65 no hubo una llegada potable a un área. Y no fue del necesitado Girona, sino del cómodo Zaragoza. Narváez remató mal un ataque llevado por Azón, sin saber definir bien algo más sencillo de lo que hizo. Las contras zaragocistas al espacio estaban cargadas de veneno, con el cuadro catalán a la desesperada y sin brújula arriba. Azón echó a perder uno muy bueno un minuto después de la referida y Sabin Merino, recién entrado junto a Lluís López en vez de Vada y Eugeni (para reforzar la medular), pasó mal al hueco en otra consecutiva. Los gerundenses estaban apostando por doble o nada. Pero arriba no daban miedo y atrás hacía aguas. Se estaba echando en falta el 2-0… por esas cosas que tiene el fútbol en días así.

Se alcanzó el último cuarto de hora con el Girona revolucionado pero ineficaz en su ataque. La cabeza les iba a una velocidad y las piernas a otra. Jim aún metió más cemento atrás con la sustitución de Azón por Nieto, que habla por sí sola. Nano también dio frescura en lugar de un aplaudido Sainz, el autor del gol que iba para ganador en la tarde notable de los zaragocistas. Chavarría se adelantó como extremo en este tramo final. El Girona estaba llegando al término del duelo con todo el mundo arriba y en el 85 el lateral Arnau estuvo en un tris de igualar. Pero su cabezazo en el segundo palo lo salvó Cristian Álvarez bajo palos en una gran parada a dos manos. Y en el 86 apareció Stuani por primera vez, rematando de cabeza una falta lateral, cruzada, fuera por muy poco. Eran los peligrosos coletazos de muerte del tiburón herido.

En medio de un escándalo se jugaron los 9 minutos de aumento de Iglesias Villanueva. Una barbaridad para lo visto durante la liga con muchos visitantes. Qué manera de castigar al Real Zaragoza y de favorecer el último arreón gerundense. Un centro-chut de Jairo en el 93 superó a Cristian pero se marchó por centímetros alto, rozando el larguero. El público de La Romareda hizo de jugador número 12 con sus ánimos. La defensa zaragocista estuvo imperial en el acoso constante de los catalanes, con Jair sublime toda la tarde. Y así se llegó casi al minuto 100, por designio de un árbitro caprichoso que pudo haber generado un lío grueso de haber empatado el Girona.

Cayó así el favorito en La Romareda, quizá por su actitud de cierta prepotencia en el inicio del partido y por su mala praxis futbolística después. Y, sobre todo, porque el Real Zaragoza hizo honor a su escudo y su historia en un final de liga con pocas expectativas en la que debe competir con la mejor de las conductas cada día. Los de Jim alcanzan ya los 47 puntos y las matemáticas siguen dando para cábalas de todo tipo de soluciones posibles de aquí a mayo. Es cuestión de jugar al sudoku, cada uno con sus matracas.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Chavarría; Zapater, Eugeni (Lluís López, 67), Vada (Sabin Merino, 67); Bermejo (Narváez, 57), Sainz (Nano, 79); y Azón (Nieto, 79).

Girona FC: Juan Carlos; Arnau, Juanpe, Bueno, Bernardo (Terrats, 46) (Pablo Moreno, 60), Jairo; Lozano (Samu Saiz, 46), Aleix García, Iván Martín; Baena (Valery, 69) y Nahuel Bustos (Stuani, 60).

Árbitro: J. Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Amonestó a Francés (34), Bustos (42) y Juanpe (89). En el banquilo también sacó la amarilla a Sainz (94), por pérdida de tiempo, que es la quinta de su ciclo y le imperdirá jugar el domingo próximo en Huesca.

Goles: 1-0, min. 23: Sainz.

Incidencias: Tarde agradable en Zaragoza, con 17 grados y sol, con algo de viento. El césped de La Romareda presentó un buen estado. En las gradas hubo casi 18.000 espectadores.

Búscate en La Romareda en el partido Real Zaragoza - Girona

En imágenes | Partido Real Zaragoza-Girona

Placeholder mam module
Partido Real Zaragoza-Girona, en directo
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión