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Leganés-Real Zaragoza: Urgencias entre iguales

Ambos equipos, empatados a 30 puntos, se enfrentan con la victoria como obligación, especialmente en el caso zaragocista, que no vence desde hace más de dos meses. 

Foto del entrenamiento del Real Zaragoza en La Romareda
Foto del entrenamiento del Real Zaragoza en La Romareda
Francisco Jiménez

Los números y las sensaciones internas que atraviesa el Real Zaragoza en los dos últimos meses son bien sabidas y ya están de sobra relatadas. Su falta de gol, su carencia de victorias, sus limitaciones futbolísticas... Pero hay un dato que no se ha subrayado de modo suficiente: en las últimas ocho jornadas, en los últimos 60 días, el Real Zaragoza es el tercer peor equipo de Segunda División. Es un equipo de descenso, con solo cuatro puntos sumados de los últimos 24 en juego, una dinámica que apenas empeoran el Alcorcón (3) y la Real Sociedad B (3). La falta de reacción de los conjuntos de la zona baja (Fuenlabrada, Amorebieta y los citados Real Sociedad B y Alcorcón) han frenado, por el momento, la caída clasificatoria zaragocista. Una caída que será inevitable si no consigue romper, de una vez por todas, su serie negativa de resultados.

Esta noche, en Butarque y ante un Leganés con sus mismos 30 puntos (21.00/Gol), el Real Zaragoza tendrá su enésima oportunidad de demostrar, con hechos y sobre el campo, que está realmente capacitado para terminar la temporada sin agobios, mensaje que viene vendiendo, al menos de puertas hacia afuera, el vestuario y la dirección deportiva en este periodo de crisis futbolística. La realidad, de momento, les está negando la razón y el zaragocismo asiste expectante a una película con un final que se presupone abierto e indeterminado a estas alturas.

El conjunto que dirige Juan Ignacio Martínez viaja a Leganés con la ausencia capital de Sabin Merino, el delantero al que Miguel Torrecilla metió todas las fichas en enero para solucionar los problemas de gol. El director deportivo aceptó pactar con el Leganés, su club matriz, una cláusula del miedo –a pesar de que el futbolista ha firmado en propiedad– que le impide jugar este año ante los madrileños. Su ausencia, en principio, será cubierta por Juanjo Narváez, enemistado desde hace cuatro meses con el gol y razón capital del bajón ofensivo del Zaragoza en este tramo de campeonato.

Jim, eso sí, recupera a Fran Gámez, ausente las dos últimas jornadas por covid-19. La vuelta del lateral valenciano supone la reestructuración de la defensa, con Francés como central junto a Jair, Chavarría en el lateral izquierdo y el citado Gámez en el derecho. A pesar de los evidentes problemas con la portería rival del Zaragoza –y eso que viene de anotar dos goles en Ibiza–, Jim ha reincidido durante la semana en que el camino de la mejora futbolística y de las victorias comienza por recuperar la solidez defensiva y volver a hacer de la portería a cero una costumbre.

Eugeni Valderrama, que destacó en su debut frente al Málaga por su guante en las acciones de estrategia, será de nuevo titular en Butarque. Con él sobre el césped, el Real Zaragoza suma argumentos de gran valor a balón parado, una vía nada despreciable teniendo en cuenta los problemas de remate del equipo. Por ahí puede encontrar la puerta de salida Jim, como tantas veces ya hizo la temporada pasada en su notable reacción salvadora.

El Leganés, por su parte, transita por la temporada con las dudas propias de aquel que aspiraba a lo más alto –la pelea por el ascenso– y que se ha percatado de golpe que apenas tiene nivel para evitar caer en lo más bajo. Nafti, el técnico que ha rescatado de la zona de descenso a los madrileños y que ya ganó 0-2 en La Romareda, contará con las bajas por lesión de Luis Perea, Bruno González e Iván Villar. Además son duda el japonés Gaku Shibasaki y el panameño Yoel Bárcenas. En cambio, Rober Ibáñez podría entrar en la lista. Es un duelo entre teóricos iguales. Ambos llenos de urgencias y necesidades.

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