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Jim fue Jim a destiempo

Tras un notable planteamiento inicial, se alejó de su ideario base con un cambio ofensivo al descanso y, cuando el Ibiza ya había empatado, reforzó a deshora la defensa.

Ibliza -Real Zaragoza
Ibliza -Real Zaragoza
LOF

Con su planteamiento, Juan Ignacio Martínez tuvo en la mano la victoria, bordeó con sus decisiones la derrota y, al final, terminó firmando como casi siempre el empate esta temporada. Pudo ganar y acabó dando por buena la igualada, la decimocuarta del curso, una cadena interminable que está hundiendo al Real Zaragoza cada vez más hondo y que ahora aún le sujeta con un escaso margen de cinco puntos sobre la zona de descenso. Son seis ya las jornadas sin oler la victoria y solo son cinco los triunfos festejados este año en 25 jornadas. El peligro es real. Las señales son evidentes.

Anoche, en un partido que tenía amarrado con la ventaja de dos goles, una primera parte notable y un puñado de ocasiones en el bolsillo, regaló una victoria que se antojaba fundamental. Básica para espantar los fantasmas y frenar la dinámica derrotista, en la que el último partido ganado se remonta al más que lejano 6 de diciembre.

En el primer tiempo, el Real Zaragoza aprovechó las concesiones de un Ibiza que, con Paco Jémez al mando, juega lo que siempre hace Paco Jémez: arriesgar en la salida del balón, conceder oportunidades y atacar en oleadas. Sus partidos son sinónimo de goles: en contra y a favor. Jim lo sabía y planteó una presión alta, consciente de que el camino más directo hacia el gol era robar en campo contrario y ser vertical. Así llegó la primera ocasión, mandada al limbo por un Azón que vive enemistado con la portería rival, y así anotó después Francho el 0-1. Petrovic, a la salida de un córner, festejó un 0-2 real, merecido. La primera parte del Zaragoza bordeó el sobresaliente: el Ibiza apenas pisó su área y, aunque fue superior en la posesión, los tiempos del partido los manejó Jim y su propuesta.

Al descanso, llegó Bermejo tocado, necesitado de asistencia médica y reposo tras una dura entrada de Diop. Jim, entonces, dudó de sus ideales. De su viejo libreto de cabecera. Con 0-2, decidió meter a Vada –un jugador de carácter ofensivo– teniendo opciones como Zapater o Grau de mayor perfil defensivo en el banquillo.

El Ibiza empató en dos zarpazos, en un visto y no visto de cuatro minutos, y Jim, con los remordimientos propios del que se ha traicionado, sentó entonces a Borja Sainz e Iván Azón para introducir al delantero Álvaro Giménez y al lateral Ángel López. El cambio defensivo que le rondó la cabeza con 0-2 en el descanso, lo hizo ya con 2-2 sobre el césped. Jim fue Jim cuando ya no necesitaba ser Jim. Tarde. Tras la doble sustitución y la modificación del sistema –jugó con cinco atrás–, el Real Zaragoza no volvió a rematar más entre los tres palos. El equipo se echó atrás, dejó de presionar al Ibiza y firmó con sangre un nuevo empate. El decimocuarto en 25 jornadas. El técnico mandó un mensaje contradictorio: le servía entonces el empate cuando había tenido la victoria en el bolsillo minutos antes. Fue Jim a destiempo.

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