Jair, Francés y Lluís López, los tres centrales de la plantilla del Real Zaragoza –una vez que se ha marchado Clemente a la Real Sociedad B– juegan con el lastre de acumular cuatro tarjetas amarillas en sus respectivos ciclos sancionadores. Por ello, en el momento en el que sean de nuevo amonestados y vean la quinta, serán castigados con un partido de suspensión.

Esta circunstancia, salvada ya tanto en Ponferrada como el sábado último ante el Valladolid sin que ninguno de ellos sufriera esa penalización, va a amenazar como una espada de Damocles a Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ en lo sucesivo hasta que se despeje el inconveniente acumulado de una sola vez en el presente con el cumplimiento de sus sanciones, hecho que sucederá con seguridad de aquí al final de la temporada.

Es un asunto delicado que, en otros pasajes de la historia y de la mano de otros entrenadores, se ha tratado de administrar con cierta pericia. Se trata de evitar que, en un mismo partido, sean amonestados dos de ellos a la vez, lo que dejaría la posición muy disminuida para la jornada consiguiente. Lo ideal es que cumplan el partido de ausencia por acumulación de cinco amarillas que les aguarda en cualquier momento por goteo, de uno en uno. Que no se abra un agujero de grandes dimensiones en el eje de la zaga de cara a un partido de liga inminente.

El último en alcanzar este estado de advertencia fue Francés, en Miranda de Ebro. Lo de Jair venía de Amorebieta y el primero en alcanzar las puertas del castigo fue con anterioridad Lluís López –el que menos juega habitualmente– en Las Palmas.

En los dos últimos partidos, los centrales zaragocistas han salido sin tarjetas de los partidos en El Toralín (allí jugaron Lluís López y Jair) y en La Romareda frente al Valladolid, donde formaron el dúo Francés y Jair. Pero, por los riesgos propios del rol de su posición en el campo, las estadísticas advierten de que pronto lloverá alguna tarjeta sobre quienes se alineen en ese delicado lugar de la pizarra, el cierre defensivo por delante del portero.

Sin Clemente ya en el equipo, la primera opción para acompañar al terceto de centrales específicos es Nieto, lateral zurdo con alguna experiencia esporádica por dentro (también Zapater, en sus tiempos de juventud, fue ubicado ahí en casos de urgencia). En el filial, otro recurso, sigue Javi Hernández, al que Jim hizo debutar anecdóticamente –unos minutos– el año pasado en el adiós a la temporada en Mallorca. Y también ha asomado en los entrenamientos Luengo, fichaje de este año.