Carlos Vigaray es el protagonista positivo de este viernes 3 de diciembre. El lateral derecho del Real Zaragoza volvió a pisar el césped de los campos de entrenamiento de la Ciudad Deportiva siete meses después de jugar su último partido, aquel del cierre de la temporada pasada el 30 de mayo en Mallorca. No está todavía, ni mucho menos, en puertas de optar a la reaparición, hecho que tardará un tiempo en suceder si todo transcurre por el mejor de los caminos en su larga rehabilitación. Pero, al menos, supone un paso adelante importante que muestra que el trabajo de los fisios y el esfuerzo del jugador van en camino de dar buen fruto.

Vigaray recayó durante el verano de su vieja lesión en la rodilla derecha. Tiene dañado el cartílago del menisco y, por esa razón, el madrileño sufre lesiones más a menudo de lo normal, unas directas en ese punto de su anatomía y otras derivadas del mismo, por la disfunción que le provoca en su forma de correr, de saltar y de desenvolverse en los partidos de fútbol. 

Se marchó de vacaciones en junio ya tocado, tras el exigente final de la pasada campaña. Y sorprendió que, el día del regreso para la pretemporada, el 6 de julio, su estado fuese ya de incapacidad total para el ejercicio del deporte. El día 8 de ese mes estival, 48 horas después del chequeo, se le hizo una primera operación, una artroscopia diagnóstica de la articulación, que desveló el deterioro del menisco. Vigaray, obviamente, no participó ya en la pretemporada y pasó totalmente a manos de los especialistas. Por eso se fichó de urgencia entonces a Gámez. La evolución negativa del problema acabó con la intervención quirúrgica definitiva, el 7 de septiembre, a manos del doctor Pedro Guillén en Madrid. Han pasado tres meses desde ese episodio y ya toca empezar a forzar la rodilla dañada sobre el terreno para observar su evolución ante las cargas de trabajo. Es, por ahora, un simple paso más, relevante, pero alejado de la vuelta a los campos de juego de Carlos Vigaray, el '2' de la plantilla zaragocista. El futbolista ha regresado así a Zaragoza, pues dado que su domicilio familiar está en Getafe, ha pasado la mayor parte del tiempo de recuperación allí, cerca de su cirujano. 

El jugador, en declaraciones distribuidas por el propio club a través de sus medios de internet, reconoce que "se le ha hecho muy largo" este trimestre. "Tenía ya muchas ganas de estar de nuevo con los compañeros, de empezar de nuevo. Ahora es cuestión de trabajar mucho, de ser constante, para que llegue un día el momento de volver a jugar, cuando sea su tiempo", declaró el getafense.