REAL ZARAGOZA

Vada eleva de forma escatológica el tono de autocrítica en el Real Zaragoza

El mediapunta argentino, autor de 3 de los 7 escasos goles marcados por el equipo en 11 jornadas, afirmó tras el nuevo empate ante la Ponferradina este jueves que "hicimos una primera parte de mierda". 

Valentín Vada, lamentándose de una ocasión de gol fallada ante la Ponferradina... imagen recurrente en los 11 primeros partidos de la actual liga en el Real Zaragoza.
Valentín Vada, lamentándose de una ocasión de gol fallada ante la Ponferradina... imagen recurrente en los 11 primeros partidos de la actual liga en el Real Zaragoza.
Toni Galán

En cualquier aspecto transcendente de la vida, el reconocimiento propio de un error, de un problema, de una patología, de una mala práctica profesional o personal, de una mala planificación, de cualquier carencia perjudicial para el día a día de un individuo o un colectivo, es factor clave para poder ponerle remedio a corto plazo. Si no se admite que algo está mal o, puesto en pasiva, que ese algo no funciona bien, difícilmente alguien tomará medidas adecuadas para tratar de resolverlo. 

Apenas unos minutos después de concluir el 11º partido de liga entre el Real Zaragoza y la Ponferradina este jueves en La Romareda, el argentino Valentín Vada pronunció las palabras más rotundas que se han escuchado hasta ahora procedentes desde el vestuario, desde la propia plantilla, en el deficiente comienzo liguero del cuadro que entrena Juan Ignacio Martínez 'Jim' y al que dio forma durante el verano el director deportivo Miguel Torrecilla

"Hemos hecho una primera parte de mierda", se arrancó Vada en sus declaraciones públicas. Escatológica aseveración, coloquial aserto con el que el mediapunta sudamericano, que salvó un punto al transformar un penalti a falta de 14 minutos para el final del partido, describe con crudeza la baja calidad del juego zaragocista. Poco más cabe añadir desde fuera cuando, desde dentro, se es tan claro. 

Vada prosiguió con su analítica en caliente: "No hemos podido sacar el balón, hemos jugado muy directo, perdíamos la segunda pelota y, después, es ya remar contra el gol encajado... remar, remar siempre en contra", abundó el argentino. Hay futbolistas que ya muestran cansancio y hastío por lo que viven cada partido sobre el césped. 

Este es un asunto crucial a solucionar por Jim: los jugadores han de 'disfrutar' en los partidos para rendir, en ningún caso deben 'sufrir' en su desarrollo. El año pasado fue un paradigma claro de lo pernicioso que es este efecto anímico en un equipo de fútbol. Si un partido se convierte en un suplicio para los protagonistas, las victorias quedan siempre muy lejos y el fracaso es seguro. Vada, este jueves, destiló síntomas de padecimiento en el actual Real Zaragoza, sobre la hierba, partido a partido. 

Todo porque no pueden ni saben ganar partidos. Solo lo han hecho en uno de los once dirimidos. En casa, en la volcada y entusiasta Romareda, ni uno solo de los seis jugados ya. No marcan goles. No ligan jugadas potables. Nunca van por delante en el marcador, jamás. "No podemos perder la primera mitad como la hemos perdido ante la Ponferradina. Hay que salir a por los partidos, a ganarlos. Como hemos hecho en los últimos 30 minutos, pero es siempre tarde. Hay que ir a ganar desde el principio, no contentarse con el empate para no tener que remar contracorriente. Debemos salir al campo con otra actitud", completó Vada su discurso. 

Después de este alegato de Valentín Vada desde los adentros del vestuario del Real Zaragoza a 21 de octubre de 2021, poco más queda por añadir desde fuera de él. Tómese nota y actúese. El inconveniente está muy claro. Es cristalino. Y, de no lograr el antídoto, la medicina que lo solucione, el futuro a corto plazo no es halagüeño.  

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