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Luis Aragón: "Soy un afortunado: mi devoción es mi profesión"

Entrenador nacional de fútbol. Ha entrenado en Azerbaiyán, Eslovenia, Kuwait y Emiratos Árabes.  

Luis Aragón y su sincero reflejo.
Luis Aragón y su sincero reflejo.
Francisco Jiménez

¿Qué hace en Zaragoza Luis Aragón?

He dado bastantes vueltas al mundo, pero sigo teniendo casa en Zaragoza, y aquí siguen viviendo mi mujer y mi hija. Yo también estoy algunos días al mes, trabajando desde casa.

Como integrante de la secretaría técnica del Granada, ¿qué ha hecho en los últimos días?

Miércoles, jueves y viernes estuve en Granada. El sábado, en el estadio de La Romareda. El domingo, en Pamplona y en Logroño. Y hoy, en Zaragoza de nuevo. Por cierto, me he vacunado.

¿Por la covid?

No, por la fiebre amarilla.

¿Por la fiebre amarilla...?

Sí, me voy a África, a Mali, por motivos de trabajo.

No para…

Soy un afortunado: mi devoción también es mi profesión. Trabajo con Pep Boada, director deportivo, en la secretaría técnica como ‘scout’ nacional e internacional. El entrenador es Robert Moreno, que estuvo con Luis Enrique en el Barça y en la selección española. Además, en Granada nos quieren mucho a los zaragozanos. Vallejo y Soro han dejado huella.

Lleva mucho andado...

Empecé como jugador en el Pablo Iglesias. Pasé al Balsas. Era portero. Después, en el Calatorao. Me retiré con 18 años porque tenía problemas en las rodillas.

Colgó los guantes y comenzó a entrenar.

Comencé en el Ebro. Fui al Balsas. Después, al Santa Isabel, con Luis Cabeza, de quien guardo un gran recuerdo, igual que de Ángel Bona. Y después, comencé a viajar por los pueblos de Aragón: Remolinos, Alcorisa, Gallur, Alfindén, Calatayud… Entrené también en el Fleta, que es de los mejores años que recuerdo.

Con el amigo Joaquín Regalado.

Eso es. Y gente de mucho nivel: Richi Gil, Juan Carlos Beltrán, Fran Molinos, Mikel Insausti…

Valdría dinero ese cuerpo técnico hoy…

Desde luego. Luego surgió la oferta del Barça.

Eso merece una explicación.

Me llamó Pep Boada, con quien había coincidido en Melilla en el curso nacional de entrenador. También fueron a ese curso Narciso Juliá, Tito Vilanova…

¿Tito Vilanova…?

Espectacular, Tito. Ese año hablaba mucho con él. Venía de entrenar a Messi en el Barça cadete, y Piqué y a Cesc Fábregas. En el Barça estuve hasta 2012, cuando me marché a entrenar a Azerbayán. Antes, tengo que subrayar que fui director deportivo del Oliver, donde conocí a un ser humano excepcional, como Sergio Pina.

Me acuerdo mucho de él, mucho.

Todos hemos sufrido mucho con su enfermedad de ELA y su fallecimiento. Fue un año maravilloso con él y con su mujer, Miriam Moleón, que le acompañaba a todas partes. Ascendimos a División de Honor Juvenil. Decía siempre que si se quiere, se puede.

No se detuvo en Azerbaiyán.

Para nada. De allí, fui a Eslovenia, a Koper.

Koper, pegadito a Italia…

Y tanto. Por las mañanas, cogía la bicicleta y me iba a desayunar a Italia (sonríe).

Allí, al lado del Adriático. Cómo se lo monta usted...

Después, también he trabajado en Kuwait y en los Emiratos. Y ahora, en un club que está haciendo bien las cosas, como el Granada.

¿Sigue al Real Zaragoza?

Claro. He visto todos los partidos que ha jugado esta temporada. Desde luego, su fútbol merece bastantes más puntos de los que tiene en la tabla clasificatoria.

¿Cómo ve el trabajo que está desarrollando el Real Zaragoza?

Hay que considerar el factor económico, que es fundamental en Segunda y en cualquier categoría. A Álex Monserrate lo veo por muchos partidos, siempre currando a tope. En cuanto a cantera, sus resultados son excepcionales, sacando futbolistas permanentemente. Conozco bien a las personas que trabajan ahí, a Ramón Lozano y a Emilio Larraz. Sin ninguna duda, de lo mejorcito, y no solo de Aragón, sino de España entera.

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