Cristo y Duro, opciones condicionadas por los técnicos de Udinese y Getafe

A 16 de agosto, con solo –o aún– quince días por delante de mercado estival de fichajes en vigor, el Real Zaragoza se encuentra en una curiosa encrucijada para dar forma al que desea sea su segundo nuevo delantero centro específico para este año, una vez consumada la contratación de Álvaro Giménez para remodelar casi por completo su línea atacante.

Dos futbolistas, Cristo González y Hugo Duro, conforman el dúo de prioridades para que, uno de ellos, pueda terminar llegando a la plantilla zaragocista antes del día 31, cuando la persiana de admisiones en La Liga se cierre hasta enero. Pero, con el paso de las fechas más recientes, estos dos puntas han visto como su posición dentro de sus respectivos clubes (Cristo pertenece al Udinese italiano y Duro al Getafe) ha variado en su valoración interna. Si a mediados de julio los dos eran piezas prescindibles para sus respectivos entrenadores, Luca Gotti y Míchel González, y tenían todos los boletos para repetir las cesiones que ya vivieron el curso pasado, de repente, tanto Cristo en el club de Údine como Hugo Duro en el Getafe han entrado en un periodo de evaluación que puede dejarlos en sus plantillas de origen sin ser objeto de más préstamos. 

¿Puede esperar Miguel Torrecilla hasta última hora o conviene atar otra opción segura con anterioridad?

Cristo, un delantero versátil

Cristo, goleador canario –de Tenerife– que cumplirá 24 años en octubre y mide 1,80, jugó el pasado viernes como titular en la victoria del Udinese por 3-1 ante el Áscoli en la primera ronda de la Copa de Italia. Lo hizo con el dorsal 9 y fue sustituido en el minuto 68 por otro español, el internacional Deulofeu. Gotti, su técnico, de acuerdo a la estrategia marcada junto con el dueño del club, Gino Pozzo, quiere verlo en esta recta final del verano para discernir si puede contar con él para acometer el Calcio con solvencia. El domingo próximo, el Udinese comenzará la liga italiana en su estadio, el Friuli, recibiendo a la todopoderosa Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo. Ahí estará, según este plan, Cristo. A partir ese momento es posible que se conozca ya a ciencia cierta si el punta chicharrero se queda en Údine o el Real Zaragoza tiene alguna opción de dar forma a su cesión.

El delantero isleño debutó en Segunda con el Tenerife con solo 17 años y, con 20, fue fichado por el Real Madrid para jugar en el Castilla, en Segunda B. En sus dos campañas en el Bernabéu llegó a debutar con el primer equipo puntualmente. Después, ha vivido dos cesiones desde Italia, una al Huesca y, el curso pasado, militó en el Mirandés, en los dos en Segunda.

Sus buenos récors goleadores fueron en Segunda B, en el filial madridista (20 y 11 goles en sus dos cursos allí). En Huesca marcó cinco y en Miranda, cuatro.

Duro, un '9' con caída a las bandas

Hugo Duro, por su parte, es algo más joven. Madrileño de Getafe, tiene 21 años y mide 1,82. Míchel lo está siguiendo de cerca en la pretemporada y no descarta quedarse con él dentro de la plantilla de este curso. Así, hace 12 días lo trajo a La Romareda para disputar el Memorial Lapetra ante el Zaragoza. Duro (con el dorsal 16) entró en los últimos 17 minutos para jugar volcado como interior zurdo y lanzó –con maestría– uno de los penaltis de la tanda que ganó el Getafe. Y el pasado viernes, en el estreno liguero, Hugo Duro relevó a Damián en el minuto 79 en la derrota madrileña por 1-0 en Valencia (aquí lució el número 14).

Debutó como azulón con 18 años, en Primera, anotando un gol en tres campañas. El Real Madrid (como en el caso de Cristo), lo captó para su filial. El año pasado en el Castilla jugó 19 partidos y anotó 12 goles, llegando también a debutar con la primera plantilla, incluso en la Champions League frente al Atalanta italiano. 

¿Esperará el Zaragoza a ver si puede traer a uno de estos dos delanteros o irá a por otro para no arriesgar? Esa es la duda.