Jim y el regreso de la afición como grandes argumentos del Real Zaragoza

Inicia el Real Zaragoza esta noche (22.00/Ibiza) su novena temporada consecutiva en Segunda División en uno de los momentos más complejos de su historia moderna. El club aragonés, inmerso en un proceso de compraventa que se encuentra en pausa desde hace varias semanas, arrancará la competición todavía en plena construcción deportiva. Juan Ignacio Martínez, que repetirá en el banquillo tras su exitoso tramo final del curso anterior, aún no cuenta con el bloque definitivo con el que afrontará el grueso de la liga. Restan dos semanas clave de mercado.

En cualquier caso, Jim y su reforzada figura es una de las grandes certezas a las que se agarra el zaragocismo a mediados de agosto. El técnico valenciano lideró la campaña anterior una milagrosa salvación a través de un fútbol rocoso, práctico y efectivo. Con Jim, el Zaragoza fue uno de los bloques más fiables defensivamente de Segunda, argumento con el que compensó su evidente déficit ofensivo. Esta temporada, a la espera de la confección definitiva de la plantilla, el equipo aragonés presenta, a priori, una fórmula competitiva similar. Su entrenador quiere que el fútbol del Zaragoza se construya desde atrás hacia delante.

El factor Romareda

Además de la continuidad de Juan Ignacio Martínez en el banquillo, en el que será su primer proyecto completo, el otro gran argumento al que se agarra el Real Zaragoza es al regreso de su afición al estadio de La Romareda, de donde se ha ausentado en el último año y medio. La pandemia ha alejado al zaragocismo de las gradas y este curso, a pesar de las restricciones de aforo, supondrá la vuelta de los abonados a las gradas del estadio aragonés. Contar con la afición más numerosa de la categoría es, sin duda, un argumento competitivo de peso para este Real Zaragoza, que ha extrañado sobremanera a su gente en la última temporada y media.