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Tres semanas y media para el inicio de la liga del Real Zaragoza
El equipo comienza ya la fase crucial de la pretemporada con los partidos de preparación y la concentración en San Pedro del Pinatar (Murcia). Jim afronta este tramo del verano con el equipo en precario.
Es lunes 19 de julio y hoy nace una semana que debe cambiar la velocidad de las cosas dentro del ámbito puramente deportivo del Real Zaragoza 2021-22. El equipo que dirige Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ ha dejado atrás el primer tramo de la pretemporada, un espacio de 12 días sin más sustancia que las rutinas de entrenamientos den la Ciudad Deportiva, abolladas en última instancia por el positivo en covid-19 del central Enrique Clemente que repercutió sin remedio en la suspensión del que iba a ser el primer bolo amistoso estival, anteayer en Teruel.
Han sido 12 días con poca chicha porque el proyecto de remodelación de la plantilla está ralentizado, casi congelado desde junio, a la espera del cambio accionarial en marcha que no termina de culminarse. Hasta hoy, puede afirmarse que Jim y el heterogéneo y provisional elenco que compone la plantilla zaragocista en estos primeros pasos han llevado a cabo la pretemporada de la pretemporada. Algo inusual y, naturalmente, de poco provecho con vistas al futuro del fútbol real, del del torneo de liga que ya se acerca.
Desde este lunes, el propio calendario de acontecimientos programados cambia el diapasón, crece la exigencia y obliga a aumentar la tensión interna en el ámbito futbolístico del Real Zaragoza. Empiezan los partidos de preparación, mañana en Calahorra; y el jueves, la plantilla se va a San Pedro del Pinatar (Murcia) a afrontar la elegida estadía veraniega, la concentración que esta vez no será en el Pirineo sino en el Mediterráneo, en busca precisamente de test de alto valor competitivo, ante Elche, Valencia y Atromitos Atenas de Grecia, todos rivales de Primera División.
Jim debería poder ensayar con algo aproximado a lo que va a ser su equipo cuando la liga empiece, lo que para el Real Zaragoza sucederá el viernes 13 de agosto, en La Romareda ante el recién ascendido Ibiza. Para ese hito referencial de importancia enorme solo faltan tres semanas y media, 25 días que pasarán como una exhalación sin duda alguna. Pero por ahora, ese anhelo del técnico alicantino no va a cumplirse. Las circunstancias han llevado el devenir del equipo hacia un estatus alejado del aconsejable cuando el fútbol de verdad, el de los puntos y las clasificaciones, ya está a tiro de piedra, a menos de un mes.
Desde que, tras 37 días de vacaciones, los futbolistas del Real Zaragoza se volvieron a juntar en la Ciudad Deportiva para empezar esta precampaña 21-22, Jim solo ha visto venir un fichaje: el lateral derecho Gámez, el pasado jueves. Y, de las diversas salidas que son necesarias para restaurar la plantilla, no menos de siete, solo se ha cerrado el finiquito de Atienza.
La calma, las bajas pulsaciones desarrolladas hasta hoy desde la dirección deportiva por parte de Miguel Torrecilla, su responsable, han de experimentar un cambio radical desde ahora mismo. Para ello, la SAD ha de abrir la compuerta a la acción, cerrada casi en su totalidad durante mes y medio largo. Según los planes básicos en el apartado técnico del Real Zaragoza del presente, son necesarios entre siete y nueve fichajes más. Y, antes –o simultáneamente– hay que vaciar el actual vestuario en alrededor de la mitad de sus componentes (sin contar los apoyos de los canteranos), jugadores con los que no se cuenta y a los que ya se les invitó en su día a marcharse por la vía que sea.
La pretemporada llega a su punto culminante. Y debe tener valor, sentido, utilidad. A día de hoy, los partidos y los entrenamientos, tan en precario, no van a estár dotados a priori del significado necesario para Jim. En la libreta del día a día, los jugadores de la plantilla no deben tener marcas, asteriscos o llamadas al margen. Y esos, hoy, son más del 50 por ciento.
