real zaragoza
Los pagos presionan al club mientras los futuros compradores revisan las cuentas
La intención de Spain Football Capital es firmar el contrato de compraventa del club la próxima semana. Las partes analizan los detalles finales de los actuales estados contables del Real Zaragoza.
La operación de venta del Real Zaragoza se muestra condicionada por las obligaciones de pago del club. Mientras los futuros compradores, integrados en la sociedad Spain Football Capital, revisan las cuentas de la entidad, la sociedad anónima deportiva debe hacer frente de manera casi inmediata al pago de dos importantes obligaciones: una referida a las nóminas del mes de junio de los futbolistas que compusieron la plantilla de la pasada temporada y otra relativa a un vencimiento con Hacienda.
Un poco más a largo plazo, pero también dentro de este verano, el club debe presentar asimismo ante la Comisión de Control Económico de la Liga de Fútbol Profesional garantías suficientes de que puede hacer frente a desembolsos comprometidos para el próximo ejercicio, unas exigencias que superan los 10 millones de euros.
En caso de no probar su solvencia para hacer frente a estos pagos, se vería afectado de modo automático el techo de gasto del club en la próxima plantilla. Este quedaría reducido al entorno de los 4 millones de euros, una de las cifras más bajas de la categoría del fútbol de plata de nuestro país, por lo general propia de equipos recién ascendidos de niveles inferiores. Los clubes de Segunda mejor situados en este ranquin se mueven en una horquilla que va entre los 20 y 30 millones de euros.
Spain Football Capital, sociedad interesada en adquirir el control accionarial del Real Zaragoza, quiere entrar en el capital social de la entidad deportiva para aliviar de forma urgente su delicada situación económica y para poder negociar con la Comisión de Control Económico de la Liga un aumento del techo de gasto en la plantilla. Su intención es firmar la operación de compraventa la próxima semana, sin que se produzcan más dilaciones.
La oferta de compra de Spain Football Capital es la más solvente y firme que tiene el Real Zaragoza sobre la mesa, cuyos orígenes se remontan al pasado mes de diciembre. Entonces arrancó un proceso de negociación que ha llevado hasta aquí.
Antes no pudo hacerse pública dicha oferta por las evidentes razones de confidencialidad que acompañan a esta negociaciones y porque el contrato incluía una cláusula suspensiva: era necesaria la permanencia del Real Zaragoza en Segunda para poder desarrollar la operación.
Francisco Domínguez, abogado del despacho DTR, letrado de cuarta generación del mismo, y Carlos Álvarez del Campo, como principales partícipes de la sociedad Spain Football Capital, están analizando los detalles finales de los actuales estados financieros del Real Zaragoza, con el propósito de firmar la compraventa a lo largo de la semana venidera.
Las grandes líneas de los libros contables de la sociedad anónima deportiva muestran dos debilidades relevantes: los déficits de tesorería y el pasivo exigible de la entidad, situado alrededor de 70 millones de euros, a pesar del relevante esfuerzo realizado por la actual propiedad por ir reduciendo la deuda.
Los accionistas minoritarios del Real Zaragoza –la mayoría del capital social está controlado por la familia Alierta a través de la sociedad de inversión Prado de Altaoja– urgen a que se pondere esta oferta, que estudiará "con cariño" el Consejo Superior de Deportes y que es una posibilidad cierta para poder solventar la delicada situación económica en la que se halla el club.
Para el próximo día 16 de junio, el Real Zaragoza espera contar, de hecho, con las adhesiones necesarias para poder modificar el concurso de acreedores.
Sin efectuar otras quitas, el club pretende lograr nuevas esperas, hasta el año 2030, fruto de la modificación legislativa introducida en la ley concursal a causa de los perjuicios económicos ocasionados por la pandemia de la covid-19.
Desde hace varias semanas, los responsables jurídicos y económicos del Real Zaragoza están trabajando en este asunto, con el fin de obtener el apoyo de algo más de la mitad de los acreedores ordinarios y presentar este respaldo ante el juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza para su aprobación definitiva por la jueza María Carmen Villellas.
