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El Real Zaragoza ultima la venta del club a un grupo inversor nacional

La sociedad compradora está constituida por los hermanos Álvarez del Campo y por Francisco Domínguez. La operación, que podría firmarse la próxima semana, está pendiente de los últimos flecos de los contratos. 

Reunión de la Junta de Accionistas del Real Zaragoza poco antes de declararse la pandemia, en diciembre de 2019.
Reunión de la Junta de Accionistas del Real Zaragoza poco antes de declararse la pandemia, en diciembre de 2019.
Guillermo Mestre

El Real Zaragoza se encuentra ultimando la venta del club a un grupo inversor español. 

La operación, que podría cerrarse la próxima semana, solo está pendiente de los últimos flecos de los contratos de compraventa. La sociedad compradora ha sido constituida por los hermanos Alejandro y Carlos Álvarez del Campo, hijos del fallecido periodista Carlos Luis Álvarez ‘Cándido’, y por el abogado Francisco Domínguez Otero y cuenta con el respaldo de varios inversores internacionales que han expresado su deseo de participar en el ámbito del fútbol español.

El abogado barcelonés Francisco Domínguez –del bufete DTR–, es un letrado especializado en derecho deportivo y que ha trabajado en diferentes operaciones junto al Fútbol Club Barcelona, así como en el campo de la representación de futbolistas y deportistas profesionales.

Sin apenas tiempo de maniobra por las fechas que obligan a la planificación de la próxima temporada, los inversores desean, para poder contar con cierto margen, activar la compra a la mayor brevedad posible y meterse de lleno en la composición de una plantilla que esta temporada ha dado claros síntomas de sufrir importantes desequilibrios.

Desde diciembre

Los contactos entre las partes se vienen desarrollando desde el pasado mes de diciembre y han estado sujetos a la más estricta confidencialidad. La intención de los compradores, en cualquier caso, no pasa únicamente por participar en el capital social del club, sino que desean mantener un control efectivo sobre el devenir societario de la entidad que implicaría importantes cambios en toda su organización.

La oferta presentada por los hermanos Álvarez del Campo y por Francisco Domínguez se muestra solvente en todos los sentidos y buscaría la dirección de la entidad para elaborar un nuevo proyecto que tendría que permitir el ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional. En los últimos meses, hasta el club zaragocista han llegado diferentes ofertas de compra, aunque ninguna de ellas con la garantía de capital acreditada.

Para el cierre de la operación, que se ha mantenido bajo un cuidado criterio de discreción en todas las conversaciones a la espera de que el equipo lograse su permanencia en la Segunda División, el Real Zaragoza está contando desde hace varias semanas con la colaboración directa de sus servicios jurídicos.

No se puede olvidar que una vez quede cerrado el acuerdo tendrán que ser la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) los que den validez a una operación que llega tras unas negociaciones marcadas por un complicado final de temporada en lo deportivo.

Techo de gasto

Una de las claves de esta operación es el deseo de los compradores de elevar el techo de gasto para construir una plantilla competitiva. Una preocupación que refleja la voluntad de la sociedad inversora por hacer del Real Zaragoza un proyecto ganador. El aumento del gasto es un elemento de la negociación que debe abrirse con la Comisión de Control Económico de la Liga y que queda condicionado a los ingresos actuales y a la deuda que arrastra la entidad. Otro elemento importante es la renegociación del convenio de acreedores, cuya fecha límite para lograr las adhesiones necesarias de los acreedores ordinarios vence el próximo día 16 de junio. Las actuales necesidades de caja se mueven en torno a los 14 millones de euros. Bajo esta relación de fechas y obligaciones se comprende la velocidad que se desea imprimir a una venta que podría abrir un nuevo escenario para el club, en un año en el que la pandemia ha limitado los ingresos.

Los hermanos Álvarez del Campo y Francisco Domínguez pretenden hacerse con la gestión de la mayoría accionarial de la sociedad anónima deportiva, ahora en manos de la familia Alierta. César Alierta posee el 49% de los títulos accionariales a través de la sociedad Prado de Altaoja y su sobrino, Fernando Sainz de Varanda, vicepresidente del Real Zaragoza, el 2,9%, participación que ayuda a conformar la referida mayoría de la familia Alierta.

En el verano de 2019, Alierta capitalizó préstamos participativos por valor de 1.860.492 acciones. De este modo, el capital social del histórico club pasó de 4.500.659 acciones a 6.361.151.

En posición de accionistas minoritarios se encuentran la familia Yarza, Juan Forcén y Carlos Iribarren.

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