Derrota del Real Zaragoza ante el Mallorca de Primera (2-1)

Todo según lo esperado. El Real Zaragoza cayó derrotado 2-1 ante el Mallorca, nuevo equipo de Primera División, en la penúltima jornada de la liga 20-21 que era ya intrascendente para ambos equipos. Pudo puntuar el equipo aragonés, lo tuvo a mano hasta el minuto 88, pero acabó claudicando ante el empuje de los isleños, mejores en la segunda parte de manera aplastante en un duelo sin intensidad ni alicientes.

El partido transcurrió desde el inicio en unas coordenadas propias de ese fútbol en el que no hay nada sustancial en juego. El Mallorca venía de una semana de celebraciones, privadas y públicas, del ascenso a la élite. Y el Real Zaragoza de consumar su salvación del descenso el jueves tras ganar al Castellón. Era, en el fondo, un mero trámite. Y se notó permanentemente. Marcajes muy relajados, espacios abiertos, ritmo lento, cansino por momentos. Ninguna efervescencia por parte de los dos bandos. Y así, el equipo aragonés fue capaz de sacar mayor jugo a ese boceto descafeinado, logrando adelantarse en el marcador en el minuto 22 merced a un penalti cometido por Dani Rodríguez, que golpeó con el brazo un cabezazo de Francés a la salida de un córner botado por el pateador oficial blanquillo, Zapater. Lo tuvo que ver el VAR, porque Gálvez, el árbitro de campo, se lo comió con patatas en directo. Zanimacchia, más de tres minutos después de la acción, repitió gol de pena máxima, como una semana antes en Las Palmas.

Antes de este momento crucial de la primera parte, el Mallorca pudo adelantarse en un disparo de Antonio Sánchez en el minuto 13, en el área, que se le marchó cruzado por un palmo, cerca del palo derecho de Ratón, una de las siete novedades de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ en la alineación inicial zaragocista en este duelo ya de relax tras un año frenético de huida del fondo de la tabla. Y el propio Zaragoza tuvo una ocasión nítida, protagonizada por Gabriel ‘Toro’ Fernández en el 18, tras irse en carrera en el área de Sastre y Raíllo y, solo ante el portero Parera, hacer mal el último control y estrellar el balón en el cuerpo del arquero local en su salida. Eran acciones aisladas, de ímpetus repentinos de unos y otros.

Tras el tanto de Zanimacchia, nada cambió en realidad. Los mallorquinistas manifestaron hartazgo de esta larga temporada, como si estos dos últimos partidos les sobrasen tras obrar el objetivo supremo de volver entre los grandes anticipadamente. Eso de que aspiraban al campeonato, a terminar primeros, no lo demostraron en su intensidad de inicio. Y eso que, salvo el guardameta Reina y el exzaragocista Ruiz de Galarreta, su alineación era la titular. Aun así, bajo la lluvia incesante que cayó en la isla desde pasado el mediodía, Abdón Prats tuvo en su bota derecha el 1-1 en el 40, tras un saque de banda largo al área blanquilla que peinó Baba para dejar solo al ariete balear. Pero éste no llegó a contactar con el balón a bocajarro y se evaporó la oportunidad de la igualada.

Pocos detalles dignos de reseña dejaron los primeros 45 minutos. Toques al pie, algún acelerón de Vigaray por su banda sin final positivo y poco más. Quedaba por ver si el técnico bermellón, Luis García Plaza, ponía banderillas negras a los suyos en el intermedio por aquello del honor. Y es que en el estadio de Son Moix hubo público, algo anormal todo el curso. El 30% del aforo se ocupó (4.086 espectadores) porque el Gobierno Balear así lo permite en esta fase de la pandemia. Y los seguidores isleños, que recibieron a los autobuses de los suyos con las ganas de antaño, deseaban una fiesta bien distinta a la que denotaba el 0-1 del ecuador del choque.

No hubo cambios al inicio de la segunda mitad. La afición mallorquina, con palmas de tango, pidió a su equipo que metiera dos o tres marchas más al motor. El lateral Sastre, en el 51, disparó alto en el área tras un lío de despejes y rechaces. Y repitió chut un minuto después, desde más lejos, que se fue altísimo, fatal. El Zaragoza salió contemporizador del vestuario. El partido estaba carente de motivaciones potentes y, después de un año entero de histerias, eso deriva siempre en calma excesiva. En el 54, Dani Rodríguez, en un córner ensayado de Salva Sevilla, culminó solo en el área la jugada con un disparo que se estrelló en Francés y no fue a puerta. El Mallorca aceleró claramente su propuesta y su técnico hizo un triple cambio en el 61 en busca de la reacción defintiva.

Y, tal y como se veía venir desde hacía largo rato, el cuadro local logró el 1-1 en el 67 a través de un disparo duro, desde el borde del área, de Dani Rodríguez, que superó junto al palo izquierdo a Ratón. No quería el Mallorca estropear su fiesta del ascenso. Y el Zaragoza, en la segunda parte, no existía. Se mustiaron los de Jim sobremanera. Así que el alicantino copió a su colega e introdujo de inmediato tres sustituciones de golpe, con Narváez, Bermejo y Azón como refrescos, por si cabía un renacer último de los blanquillos. O, al menos, para tratar de evitar la remontada total de los insulares. Enseguida entró también Larrazabal, en ese carrusel de minutos para la estadística del final de temporada, en el que se produjo el debut en liga del joven Javi Hernández, que solo había jugado en Copa en Torrelavega.

Y en el 88, cuando el partido ya agonizaba, el veterano Lago Junior marcó un golazo, por la escuadra, en jugada personal, llevando el delirio a los representantes de la afición que se dieron cita en la grada balear. El 2-1 hacía justicia al empeño local por ganar el partido y acabar el curso de manera sobresaliente. El Zaragoza pagó al final su racanería ofensiva tras el descanso e hizo de ‘sparring’ perfecto para la algarabía mallorquinista, pues aún aspiran al campeonato en la última jornada tras el empate del Espanyol ante el Tenerife. Nada, no obstante, que no estuviera previsto o descontado que podía suceder.

Ficha Técnica

Real Mallorca: Parera; Sastre (Gámez, 61), Raíllo, Valjent, Brian Oliván (Cardona, 74); Baba (Ruiz de Galarreta, 61), Salva Sevilla (Febas, 67); Antonio Sánchez (Lago Junior, 61), Dani Rodríguez, Amath; y Abdón Prats.

Real Zaragoza: Ratón; Vigaray, Francés (Javi Hernández, 82) ,Jair, Nieto (Narváez, 72); Francho (Bermejo, 72), Zapater; Zanimacchia (Larrazabal, 80), Sanabria, Chavarría; y Gabriel Fernández (Iván Azón, 72).

Árbitro: Gálvez Rascón (Comité Madrileño). Amonestó a Dani Rodríguez (20), Sanabria (32), Francho (34) y Salva Sevilla (57).

Goles: 0-1, min. 23: Zanimacchia, de penalti. 1-1, min. 66: Dani Rodríguez. 2-1, min. 88: Lago Junior.

Incidencias: Tarde fría y desapacible en Palma, con solo 11 grados, fuerte viento y mucha lluvia desde dos horas antes del partido (comenzó a las 18.15). El césped, por ello, estuvo muy mojado y rápido. De manera novedosa, hubo público en las gradas de Son Moix, pues en Baleares está permitida la entrada del 30% del aforo: 4.086 espectadores. El Real Zaragoza le hizo el pasillo de honor al Mallorca por su ascenso a Primera.