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Real Zaragoza: ‘Fiebre del sábado noche’ en Canarias

El Real Zaragoza necesita ganar este sábado en Las Palmas (21.00, Gol/Aragón TV)) para afianzar sus opciones de salvación.

[[[HA ARCHIVO]]] Fecha: 04/04/2021 Autor: MESTRE, GUILLERMO descri: CIUDAD DEPORTIVA. ENTRENAMIENTO REAL ZARAGOZA / 04-04-2021 / FOTO: GUILLERMO MESTRE[[[FOTOGRAFOS]]] [Original: 04042021-_N1A1956.jpg] //ZAR// notas: Fecha de entrada:05/04/2021
Los jugadores del Real Zaragoza se entrenan en la Ciudad Deportiva.
Guillermo Mestre

‘Fiebre del sábado noche’ fue, a caballo de 1977 y 1978, la traducción casi literal en España de una película legendaria, ‘Saturday Night Fever’ que lanzó al estrellato al John Travolta y puso a la música disco en la órbita de mayor influencia mundial para siempre. El Real Zaragoza va a vivir este sábado (21.00) en Las Palmas de Gran Canaria su particular velada febril sabatina bajo un título que, a priori, se ajusta a la perfección al de aquel largometraje estadounidense de grandiosa banda sonora, escenas de sudores en la pista de baile, coreografías atléticas y movimientos reflejos inevitables del espectador al son de los bajos, las guitarras, los vientos y la percusión. El equipo aragonés se juega buena parte de sus opciones de supervivencia en la Segunda División ante los amarillos, pues con los 44 puntos con los que llega a esta jornada 39ª (ya solo faltarán tres cuando el duelo de hoy acabe) no es posible firmar la permanencia y creer que se ha huido ya del peligro de despeñamiento fuera del fútbol profesional en solo 15 días.

El estadio de Gran Canaria acoge un duelo desigual, pues la UD Las Palmas, con 50 puntos, está virtualmente salvada de cualquier problema por la zona baja y, a la vez, carece de aspiraciones por arriba, lejos de la zona de promoción de ascenso. Están en tierra de nadie los de Pepe Mel. Exentos de nervios, de aspiraciones, de retos, de dudas. Ha sido un año feo para ellos que, a estas alturas, ya se vive en esta parte del archipiélago con miras a futuro, dejando un tanto de lado el presente. Este factor es el que, según rigen los códigos del balompié en los finales de temporada, parece abrirle al Real Zaragoza alguna probabilidad más de lo normal de poder salir triunfante del duelo. Los de Jim, los peores visitantes de todo el curso que, si ha sido terrorífico en general, a domicilio roza con la catástrofe por la falta de réditos obtenidos desde septiembre las más de las veces, han de saber aprovechar la situación sedente de un Las Palmas poco activado.

En ‘Fiebre del sábado noche’, el lugar de los hechos, la discoteca, se llamaba Odisea 2001. Es algo que el Real Zaragoza debe saber regatear esta noche en el magno campo isleño: evitar que el choque ante Las Palmas se convierta en una odisea para la historia, de esas que duelen. Ya no hay margen de maniobra, ni cintura para recuperar más yerros. Ganar es la única encomienda. De lo contrario, el equipo zaragocista se obligará a llevar a cabo tres partidos, los postreros ante Castellón, Mallorca y Leganés, de alto nivel de exigencia. Y ni el perfil de esos rivales se parece a este Las Palmas, ni el propio Zaragoza da la sensación de estar para demasiados atornillamientos de sus piezas a estas avanzadas alturas del suplicio de año que se ha atravesado.

Jim tiende a mover la alineación inicial esta semana, que acogerá tres partidos en un abrir y cerrar de ojos (el del Castellón, el jueves, forma parte de una jornada intersemanal, cosas del calendario de esta liga anormal). Su plan para Canarias queda guardado en la caja de los secretos, agravado por la baja de última hora de Adrián González por una lesión. Este Zaragoza plano de las últimas cuatro jornadas, que no sabe ganar desde que lo hizo contra pronóstico ante el Almería el ya lejano 11 de abril, hace más de un mes, requiere hoy de un ‘Tony Manero’, un protagonista estelar –al menos– que encabece su ‘fiebre’ ganadora en Las Palmas, preferentemente en forma de algún gol, hecho crucial en el fútbol y que este año ha sido la más grave carencia de esta plantilla que ya afronta los últimos coletazos del campeonato 20-21.

Enfrente, Las Palmas maneja un género superior en calidad, precio y pedigrí. Los Jesé, Araújo, Maikel Mesa (baja hoy por molestias musculares, como Róber) y compañía serían titulares en el actual Zaragoza. Pero tampoco su rendimiento ha estado a la altura de sus expectativas. Son capaces de meterle seis al Lugo, tres o cuatro goles al rival de turno que se les pone por delante en sus tardes de inspiración, o de cometer pifias mayúsculas sin saber bien el porqué. Blandos atrás, virtuosos en punta, se trata de un adversario de difícil interpretación y análisis.

Aguarda una noche apasionante para el zaragocismo, vista casi al cien por cien por la televisión, como mandan los cánones del fútbol moderno. Un partido febril, de ritmo –cardiaco– acelerado, de gestos espasmódicos en diferentes fases del juego. Puro ‘disco’. Es perentorio salir sudorosos pero felices del Gran Canaria (que no Odisea). Y, a ser posible, que ni el árbitro, Gálvez Rascón, ni el jefe del VAR, Sánchez López, tengan más protagonismo que el de un ‘disc-jockey’ anónimo

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