real zaragoza

Cabrera y Puado, el ascenso que no pudieron lograr con el Real Zaragoza

El central uruguayo y el delantero barcelonés, hoy ambos en el Espanyol, pueden celebrar el salto a Primera División en La Romareda, algo que no fue posible como blanquillos.

Cabrera y Puado.
Cabrera y Puado.
HA

Leandro Cabrera y Javi Puado son dos exzaragocistas que militan en el RCD Espanyol, potente y solvente líder de Segunda División, que mañana puede rubricar su ascenso matemático a Primera en La Romareda con un simple empate. Su doble figura, vestidos ahora de españolistas, genera una paradoja inevitable al cotejar su pasado con su presente; simplemente con su mera presencia en pocas horas en el césped del estadio municipal.

Porque Cabrera y Puado, ya sea en Zaragoza mañana o –en caso de victoria aragonesa y resultados favorables del Almería y el Leganés en esta jornada 38 que hoy se pone en marcha– dentro de unos días en las cuatro citas ligueras que aún restan por disputarse, van a subir a la élite con el Espanyol esta temporada con total seguridad. Y ese éxito fue algo que se les negó cuando lo persiguieron en su estancia en Zaragoza.

Los dos, que no coincidieron en su tiempo como futbolistas blanquillos, jugaron sendas promociones como zaragocistas. Cabrera perdió la primera de las tres disputadas en los ocho años seguidos del Real Zaragoza en Segunda en esta época moderna, aquella de Las Palmas, del gol faltando 6 minutos que demolió las ilusiones zaragocistas en 2015. YPuado formaba parte del equipo que en agosto pasado embarrancó en las últimas once jornadas de liga, jugadas sin público y bajo el protocolo impuesto por la pandemia de covid, que llevaron al Real Zaragoza a una extraña promoción ante el Elche en la que no pudo aspirar al retorno a Primera, reto que se rozó con los dedos durante la mayor parte de la temporada ordinaria hasta que el coronavirus lo cambió todo. Si ocurre, será alegórico que Cabrera y Puado suban a Primera en Zaragoza... con la camiseta del Espanyol.

Cabrera, de trampolín a Primera División

‘Lele’ Cabrera fue jugador blanquillo durante tres campañas, entre 2014 y 2017, bajo las batutas de Víctor Muñoz, Ranko Popovic, Lluís Carreras, Luis Milla, Raúl Agné y César Láinez. Fichado del Atlético de Madrid, dejó un expediente con 108 partidos disputados, importante aportación en estos tiempos abruptos y convulsos. En la promoción ante Las Palmas fue titular en la ida en Zaragoza pero, una fatal primera parte, con errores gruesos, llevó a Popovic a sustituirlo en el descanso. Y en Canarias, en la vuelta, fue suplente –de Mario y Vallejo– y no jugó.

El charrúa, un año más tarde, vivió la vergüenza de Palamós, aquel 6-2 adverso ante el descendido Llagostera en la última jornada que dejó al Real Zaragoza fuera de una nueva promoción que tenía prácticamente asegurada de no haber mediado aquel episodio aún sin explicación, pendiente de que alguien un día lo aclare convenientemente.

Cabrera, que con 19 años ya había jugado anecdóticamente en cuatro partidos con el primer equipo colchonero en Primera División antes de pasar por su filial y recalar en Zaragoza, siempre tuvo claro que, o subía a la élite como blanquillo, o su objetivo era dar el salto cuanto antes al primer nivel futbolístico en las ligas principales. Tras estar a punto de bajar a Segunda B en su último año zaragocista, el sudamericano se marchó al Calcio, a la Serie A de Italia, y fichó por el Crotone. De allí volvió a España para jugar tres años en el Getafe y ser contratado el curso pasado por el Espanyol en enero. El descenso de los periquitos lo devolvió a los campos de Segunda de los que, a sus 29 años, va a volver a escapar viviendo la sensación de ascender... algo que se le negó en Zaragoza.

Puado: Zaragoza, su escaparate

Por su parte, Puado llegó en noviembre de 2019 a Zaragoza para ser el sustituto de urgencia de Dwamena, estrella del proyecto de Víctor Fernández que quedó apartado del fútbol por una dolencia cardiaca súbita. Pertenecía a la primera plantilla del Espanyol pero apenas había jugado en Primera tras dar el salto desde el filial de Segunda B. El acuerdo entre clubes supuso un magnífico escaparate para que Puado, internacional español en categorías inferiores, emergiera en el profesionalismo.

Jugó en el Real Zaragoza 21 partidos y anotó cuatro goles en el curso precedente. No pudo estar presente en la promoción ante el Elche porque fue el primer caso positivo por covid en la caseta aragonesa. Se perdió el último choque liguero con la Ponferradina y los dos de la eliminatoria ante los ilicitanos, una baja crucial (con la de Luis Suárez, reclamado por el Watford) para que no hubiera final exitoso. Eran los delanteros titulares. Este año, con 22 años, lleva 11 goles y ocho asistencias. Un lujo junto al pichichi De Tomás.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión