El colchón de seguridad del Real Zaragoza se pinchó en la noche de este lunes en el cierre de la jornada 37ª, que tenía pendientes dos partidos con incumbencia directa en el presente y el futuro zaragocista. Ganaron el Sabadell y el Alcorcón y, de este modo, la ventaja con la frontera del descenso de los aragoneses pasa de 4 a solo 3 puntos con la finalización de todos los partidos de ese capítulo en Segunda División: 43 puntos tienen los blanquillos por 40 el citado Sabadell, nuevo inquilino de la plaza de referencia a evitar, la primera mortal, la 19ª de la clasificación.

El equipo catalán se impuso por 2-0, contra pronóstico, al Rayo Vallecano, que se jugaba algo tan valioso como su puesto en la promoción de ascenso a Primera División, que ha perdido así a favor del Girona. Y el Alcorcón lo hizo por 0-1 en Albacete, rival este con síntomas de asfixia ya desde hace tres semanas y que queda prácticamente desahuciado y abocado al descenso de categoría.

Estos dos resultados aumentan la presión de forma superlativa en la zona baja de la clasificación. Un inconveniente para el Real Zaragoza, que procede del hacer de terceros pero que afecta de lleno los de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’, que se ve presionados y exigidos por muchos de sus contrincantes en la lucha por eludir el despeñamiento de categoría dentro de solo 26 días, cuando todo se acabe.

Los zaragocistas iniciaron la jornada 37ª en Lugo con cuatro puntos de ventaja sobre el ras del descenso. El empate a dos, apurado y postrero punto logrado en la capital lucense el viernes gracias al extraordinario gol del portero Cristian Álvarez, no ha dado rendimiento positivo dentro del global de marcadores y la percepción ahora es de problemas serios por el recorte producido por sabadellenses y alcorconeros simultáneamente.

El ritmo de puntuación en el vasto pelotón de cola, compuesto hasta por nueve equipos (sin descartar aún problemas para un décimo, el Tenerife, si no certifica cuanto antes su balance de mínimos para seguir en la división), ha aumentado notablemente en el último mes, como es hábito en muchas temporadas cuando llegan las últimas jornadas. Nada que no estuviera previsto y nada que sorprenda a los cabales observadores.

La falsa sensación de cierto confort que viene manteniendo el Zaragoza en las últimas jornadas –pese a su bajón de rendimiento en réditos– se ha resquebrajado con la serie de dos puntos sumados de los últimos nueve disputados. Los de Jim están ya a tiro de un solo partido de poder caer de nuevo a los últimos cuatro puestos, los letales. Así que urge reaccionar en las cinco jornadas que restan para finiquitar la liga 20-21.

El lío del decenso se embarulla aún más

Solo el Albacete está ya abatido, con sus escasísimos 33 puntos que tienen aroma a malvas. El penúltimo es el Lugo, el rival al que el Zaragoza no supo ganar el viernes y con el que, incluso, estuvo en un tris de perder, con 37 puntos. Los gallegos quedan a seis de los zaragocistas pero sueñan con salir a flote pues están a cuatro del Castellón, el primero al borde del abismo con 41 –igualado con el Logroñés y el Alcorcón–, que cabalga en ese trío amenazante a solo tres del Real Zaragoza. Los tres puntuaron en esta estación.

El Cartagena, con 39 puntos, es el antepenúltimo, a cuatro de los blanquillos y a solo dos de la vida. Por encima del Zaragoza, además, camina en problemas el Oviedo, con un punto más, 44, pero a mano de los que pululan en la franja que define el descenso y la salvación. Y el referido Tenerife, con 47, aún podría entrar en crisis.