real zaragoza

Un partido de poco más de 3 minutos

El polémico penalti de Jair torció la noche de los zaragocistas, que siguen sin encontrar la fórmula para remontar un marcador adverso, algo que no han logrado en todo el curso.

16/04/21 Girona FC 20/21 contra Real Zaragoza 20/21. Liga SmartBank Jornada 35 / Foto: Eddy Kelele
16/04/21 Girona FC 20/21 contra Real Zaragoza 20/21. Liga SmartBank Jornada 35 / Foto: Eddy Kelele
Eddy Kelele

El partido en Gerona le duró al Real Zaragoza un suspiro, prácticamente nada. Un visto y no visto. Lo que le costó al colegiado López Toca y a Sagués Oscoz, el encargado del VAR, señalar un penalti por una supuesta mano de Jair que solo ellos vieron. En ninguna toma televisiva se apreció mano del central caboverdiano que, eso sí, es el protagonista de la mayoría de últimas fotografías por errores individuales de la defensa. En el fútbol actual –a pesar de la supuesta ayuda del VAR–, las manos dentro del área son una ruleta rusa, un azar impropio del deporte profesional que ayer dilapidó el partido delReal Zaragoza.

Porque al conjunto de Juan Ignacio Martínez le duraron sus aspiraciones en el partido 3 o 4 cuatro minutos, los que tardó en señalarse la pena máxima que posteriormente anotaría Stuani, especialista máximo en la materia y delantero de suprema categoría. Como viene siendo habitual en toda la temporada, un gol es una losa demasiado pesada para este Zaragoza, una piedra gigante que aplasta sin remedio sus pretensiones de victoria. De hecho, los números son cristalinos. No ofrecen debate: el Zaragoza no ha remontado –para terminar ganando– un solo partido en lo que va de temporada. Siempre que empieza perdiendo... en el mejor de los casos empata. Y, habitualmente, pierde.

Los problemas se agravan cuando el adversario de turno, como anoche el Girona, es un candidato al ascenso, un bloque con pegada, oficio y jugadores de máximo rango en la categoría. Al tran tran, sin exhibir ni mucho menos su mejor versión, el equipo catalán es infinitamente superior a este Zaragoza. Y más en su versión de Gerona, desnortado desde el arranque por el alucinante arbitraje de la primera media hora. En cualquier caso, la polémica jugada de Jair no es, ni mucho menos, la única razón por la que no puntuó anoche en Montilivi. 

El Zaragoza volvió a mostrar su versión menos competitiva: espeso e ineficaz en ataque, sin soluciones para encontrar los caminos del gol, y blando como en sus peores días en defensa. No generó apenas peligro real y nunca dio sensación de atar en corto a los puntas del Girona, jugadores firmados para marcar diferencias en Segunda. Es la peor derrota del equipo zaragocista en toda la temporada y, por supuesto, el marcador más sonrojante desde que Juan Ignacio Martínez se sienta en el banquillo. Un aviso a navegantes. Un mensaje rotundo de que no hay todavía nada en firme, de que aún quedan brazadas importantes para llegar a la orilla.

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