Un positivo de covid-19 en el Real Zaragoza tras los últimos test PCR

Lo que a media mañana era calma y tranquilidad en el seno del vestuario del Real Zaragoza, después de conocerse que su último rival, el CD Mirandés, tenía entre 6 y 7 jugadores y técnicos contagiados de covid-19, se ha convertido en preocupación a media tarde de este viernes 26 de marzo, a 24 horas de jugar el partido de la jornada 31 de liga en Logroño ante la UD Logroñés en el estadio de Las Gaunas. 

Del "no hay ningún caso detectado en Zaragoza en los test llevados a cabo durante esta semana" se ha pasado, a las 17.30, a hacer público que sí existe un contagiado de coronavirus dentro de la burbuja zaragocista. 

Así lo ha advertido en sus cuentas de redes sociales el Real Zaragoza: "Tras tener conocimiento del brote de coronavirus detectado en el Club Deportivo Mirandés, los servicios médicos del Real Zaragoza han llevado a cabo de forma extraordinaria pruebas de detección del SARS CoV-2, en las que se ha obtenido un resultado positivo entre los miembros de la plantilla y 'staff' técnico del primer equipo zaragocista. Desde el club se ha puesto en marcha el protocolo establecido por las autoridades deportivas y sanitarias", dice la nota oficial, a modo de parte médico.

Tal y como ha hecho el Mirandés primero, el Real Zaragoza tampoco especifica el nombre del afectado. Es importante reseñar que, a petición de los mirandeses, La Liga, a través del Comité de Competición, decidió a las 13.00 suspender el partido del cuadro burgalés de esta inminente jornada, la 31ª, que los iba a enfrentar al Rayo Vallecano a las 2 de la tarde de este sábado. Por las razones que sean, se ha considerado suficiente ese volumen de positivos para aplazar el choque del Mirandés en Madrid. Ahora, queda por ver quién es el zaragocista que deberá guardar cuarentena durante los próximos 10 días, al menos, y si existe el riesgo de que el contagio sea mayor dentro del grupo, dado que en los últimos días la plantilla ha trabajado con absoluta normalidad. Inevitablemente, las alarmas se han encendido, tal y como ya se temía una vez conocida la incidencia de Miranda de Ebro.