real zaragoza

Más de 3 años sin ver un gol de falta del Real Zaragoza en La Romareda

El último golpe franco que se convirtió en tanto a favor de los zaragocistas como locales lo hizo Buff, en el 2-0 ante el Lugo en febrero de 2018. ¿Cuándo llegará el siguiente? 

Buff celebra su gol de falta ante el Lugo, con la llegada de Javi Ros por detrás para abrazarle, hace ya más de 3 años en La Romareda. Fue el último visto de golpe franco en Zaragoza.
Buff celebra su gol de falta ante el Lugo, con la llegada de Javi Ros por detrás para abrazarle, hace ya más de 3 años en La Romareda. Fue el último visto de golpe franco en Zaragoza.
Guillermo Mestre

Vamos a provocar a los hados de la suerte. A ver si, por estimulación retadora, surge de repente la respuesta del destino. ¿Saben cuánto tiempo lleva el zaragocismo sin cantar un gol en La Romareda del Real Zaragoza que llegue procedente de un golpe franco directo o indirecto? Más de tres años. Desde el 11 de febrero de 2018. Tres años, un mes y 4 días para ser fieles a las medidas temporales. 

Lo logró el mediapunta suizo Oliver Buff, en el último minuto del partido ante el Lugo, que ganó el Zaragoza por 2-0. Fue una falta directa en la portería de la Feria de Muestras (Gol Norte), desde el pico del área de la derecha del ataque blanquillo. Rosca por encima de la barrera y adentro. Fue uno de los dos únicos goles que hizo el helvético en su gris paso por el club aragonés, uno de tantos fiascos de los presumibles fichajes 'estrella' de la etapa Lalo Arantegui-José Mari Barba que acabaron estrellados.

Y ahí se acabó, jugando como local, la producción zaragocista en esta disciplina, tan importante siempre para la buena salud goleadora de un equipo, que son los goles a balón parado, en falta al borde del área, el disparo directo (el gol encajado el último día en Vallecas en aquella sonora falta lanzada por el rayista Bebé fue un recordatorio claro de este valor exponencial de los golpes francos para salvar puntos en días claves). 

Este año, el Real Zaragoza no ha marcado un solo tanto así, ni en La Romareda ni lejos de ella. Pero es que la temporada pasada, por las características de la plantilla, tampoco hubo especialista alguno que despuntara en estas lides y, por ende, se acabó el curso sin ver un solo gol de falta, ni en casa ni fuera. Nunca, en los últimos 50 años, ha estado el Real Zaragoza 2 temporadas seguidas sin anotar un gol de libre directo o indirecto. De no arreglar esta estadística en los 13 partidos que restan al curso 20-21, se marcará un récord negativo histórico. 

Hace dos temporadas, sí que hubo un gol de falta directa. El último. Lo firmó P. Biel, el chico que vino del Almudévar, vía Arantegui-Barba, para jugar en el Aragón y, en aquel entonces, dar el salto con cuentagotas al primer equipo. Pero su gol no fue en La Romareda, su falta la anotó en el Nou Estadi de Tarragona en una victoria clara del Real Zaragoza por 1-3 (curiosamente, la única de la breve era de Lucas Alcaraz al frente del banquillo zaragocista). Eso sí, ahí queda como la última muesca en la cuenta de goles de falta del equipo blanquillo. Era el 12 de noviembre de 2018. Ha pasado agua por el Ebro desde entonces. 

Hace tres temporadas, además del citado y referente gol de Buff al Lugo, aquel Real Zaragoza de Natxo González marcó 3 goles más de golpe franco directo y los 3 llevaron la misma rúbrica: la del capitán, Alberto Zapater. Singularemente, los tres acontecieron lejos de La Romareda. Uno, en Oviedo (2-2 al final). Otro, en Huesca (3-1, derrota en El Alcoraz). Y el tercero, en Soria (1-1 en la ida de la fatal promoción de ascenso que se echó a perder después en Zaragoza frente al Numancia). 

Cada vez más lejos quedan los recuerdos de los goles de falta vistos en el estadio municipal, aquellos de Lanzarote (al Alcorcón en 2016), Edu García (en un golpe franco indirecto dentro del área contra el Sevilla Atlético ese mismo año), otro similar de Jaime al Recreativo de Huelva en 2014, o aquel de Diego Rico al Córdoba en 2013 desde 30 metros...

Como se ve, todo con cuentagotas, atomizadamente. Las faltas directas requieren de especialistas en la plantilla, de tipos con técnica y dotes notables en el golpeo del balón. En este desierto de 8 años en Segunda División eso ha sido moneda poco común por Zaragoza y, en este específico apartado de los golpes francos, aparece un señuelo inequívoco. 

Sirva este recordatorio, esta información sugerente, como agitación de las musas y de los duendes de la suerte zaragocista. Hacen falta goles, puntos, victorias para eludir el descenso a Segunda B, para consumar la permanencia una campaña más en Segunda División. Y, si alguno viene por medio de la estrategia, del golpe franco, será gritado con fuerza, será celebrado como algo grande vistos estos especiales antecedentes. A ver quién tiene el salero de romper de una vez esta estadística sin igual. Zapater, el último que tuvo una fase de inspiración y, quizá, el único en el actual plantel con galones para tirar este tipo de faltas al marco rival con garantías, parece ser el más cercano al reto. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión