fútbol

Nada cambia y el Real Zaragoza pierde 1-2 ante el Oviedo en otra muestra de inferioridad

La mejoría sensible experimentada en la primera parte por el equipo en el que debutaba el entrenador, Iván Martínez, fue un espejismo sin cimientos.

Real Zaragoza- Real Oviedo

Nada cambia. El Real Zaragoza relevó a su entrenador, estrenó otro en su partido undécimo de la temporada, Iván Martínez, pero el equipo volvió a perder, por 1-2, ante el rival de turno, el Oviedo. Hubo una sensible mejoría en la primera parte, pero acabó siendo un espejismo. 44 minutos duró la ilusión, la fe, las ganas de ver algo diferente. Demasiado poco para lo que le hace falta a este Zaragoza catatónico que se hunde un poco más en el fango del descenso a Segunda B.

En la primera parte, ciertamente, las sensaciones del equipo zaragocista fueron buenas, esperanzadoras. Con poca hondura, pero se vieron esas luces que se le reclamaron a Baraja sin respuesta durante 10 jornadas. El Zaragoza jugó más adelantado en líneas, con el rombo en la media como pauta del nuevo 4-4-2, más elástico, más profundo, más llegador cerca del área rival. En la presión, el equipo de Iván se mostró ágil, intenso, siempre que el Oviedo recuperaba el balón o lo tenía allí había dos o tres blanquillos al acecho, con superioridades que favorecían volver a recuperar la pelota. Todo fue bien hasta el último minuto. El Zaragoza estuvo a 60 segundos de irse al descanso ganando 1-0. Ese fue el chasco que emborronó un buen trabajo durante 44 minutos: el empate del Oviedo en un fallo grave de Ratón, sustituto del lesionado Cristian Álvarez, en la salida.

La primera mitad se dividió en tres partes. La inicial, de 25 minutos, donde predominó la igualdad, el tanteo de ambas escuadras, los errores sobre los aciertos. No se pisaron las áreas con criterio. Dominó un poco más el Oviedo al inicio y, enseguida, fue el Zaragoza el que cogió el mando, con Eguaras con muchas ganas de agradar tras sus semanas de ostracismo y con Zapater, recuperado para la causa con los galones de capitán, bien ubicado y dando muchas soluciones. Fue un ir y venir insustancial en las cuestiones mayores del juego, con Bermejo ahogado en la mediapunta (notó que es un puesto nuevo, no trabajado hasta ahora) y con Gabriel Fernández trabajador pero muy lejos de la zona de los goles.

El segundo tramo arrancó con el 1-0 anotado por los zaragocistas en el minuto 26, en una falta lejana botada con su habitual veneno por Zapater que Cristian Fernández se metió en su marco en pugna con Guitián, que celebró el tanto como si fuese suyo. El central astur tocó con el pecho en la pelea con el blanquillo y despistó al portero Femenías. La cosa se ponía bien en una noche donde solo servía vencer para romper con el pasado y la dinámica pésima arrastrada por Baraja en los últimos 7 duelos. Narváez tuvo otra ocasión de inmediato, en el 28, pero se entretuvo en una penetración franca y no llegó a disparar, ya en el área, porque se le adelantó Carlos Hernández. Lento, el colombiano. La efervescencia zaragozana se acabó enseguida y el Oviedo dio paso a la tercera etapa el tramo inicial, los últimos 10 minutos previos al refrigerio.

Real Zaragoza-Real Oviedo
EVÍDEO: el gol del Zaragoza fue obra del Oviedo en propia puerta
TONI GALAN

Borja Sánchez había avisado en el 33 al acosar a Ratón al borde del área y provocar que el despeje apurado del nervioso guardameta zaragocista le golpeara en sus piernas y no fuera a gol, con la portería desguarnecida, porque Dios no quiso. Se marchó fuera por fortuna. En el 36, el lateral carbayón Nieto subió la banda y lanzó un disparo raso para que, esta vez sí, Ratón parase bien abajo. Los ovetenses empezaban a dar señales de vida en punta después de un arranque deficiente por su parte. En el 39, el tanque Blanco Leschuk volvió a ensayar el disparo duro desde la frontal del área y el balón salió rozando el palo derecho con el portero local rebasado. Necesitaba la pausa el Zaragoza. Pero su anhelo se quedó corto por un minuto. En el 44, Borja Sánchez cabeceó a gol el 1-1 aprovechando un córner sacado al primer palo en el que Ratón salió en falso, fatal, favoreciendo ese tanto. La pelota dio en el larguero y botó ya dentro. Fue un final catastrófico para un Zaragoza reanimado que, eso sí, va muy justo en el control de los partidos. Esto no se puede arreglar en dos ratos. Ni mucho menos.

El segundo periodo empezó, por lo tanto, con todo de nuevo abierto de par en par. Algo a lo que está acostumbradísimo el Real Zaragoza. Era un volver a empezar, con solo 45 minutos por delante. Y el Oviedo no dejó pasar apenas tres minutos para ponerse por delante en el tanteador, aprovechando el viento de cola que le había generado el gol psicológico previo al descanso. Blanco Leschuk fusiló a bocajarro un centro de Nahuel en una jugada larga en la que, de repente, apareció de nuevo la pasividad defensiva, la blandura de la zaga zaragocista de tantos días precedentes tanto en las marcas como en la búsqueda de los balones divididos, que hubo al menos tres en ese ataque visitante. Se puso negra ahí la noche, tenebrosa.

Real Zaragoza- Real Oviedo
Real Zaragoza- Real Oviedo
Toni Galán

El autor del gol, Blanco, tuvo el 1-3 enseguida, en el 52, pero su remate en solitario lo rechazó Ratón a dos manos. En la siguiente jugada, con el Zaragoza K.O. en la lona, Borja Sánchez le quitó un balón pueril a Tejero en el área y su remate lo paró de nuevo el guardameta zaragocista. Olía a chamusquina, un día más. Iván Martínez hizo un doble cambio en busca de la pócima mágica. Quitó a los veteranos Ros y Zapater e introdujo en la medular a Igbekeme y Francho. Pasaban los minutos sin la necesaria reacción. La primera muestra de vida la aportó Francho en un remate sin demasiada fe en una contra llevada por Narváez, pero chutó al centro y rechazó sin apuros Femenías en el 62. Era cuestión de empezar a insistir porque el Oviedo andaba muy crecido y suficiente. Bermejo y Narváez probaron fortuna a continuación, desde lejos, pero ambos a las manos del portero, sin colocación alguna. Narváez remató alto poco después. Los nervios y la precipitación ahogaban cualquier recuperación zaragocista, a la que se incorporó Zanimacchia en lugar del apagado Gabriel Fernández, un día más.

Expulsión de Francés en La Romareda
La Liga

En el minuto 75, la expulsión de Francés dejó sin aire al moribundo Real Zaragoza. Cortó con el brazo una penetración ovetense en la que Nahuel se iba solo. Roja directa y el último cuarto de hora, con un hombre menos el equipo de Martínez. El suelo se resquebrajó, a la vieja usanza. Cada hecho que acontecía era un paso más del equipo aragonés hacia el precipicio. Eguaras se retrasó como central, pues Iván no hizo cambio alguno para reponer el central que faltaba. Fue un final a la desesperada. Suicida. Las escasas llegadas cerca del área de Femenías fueron siempre sin ton ni son. En la recta final, casi sin tiempo, entró Iván Azón para buscar el milagro en algún balón colgado. Nada. No ocurrió tal cosa esta vez, no se repitió lo del último día contra el Girona.

Real Zaragoza-Real Oviedo
Real Zaragoza-Real Oviedo
Toni Galán

El partido concluyó con una nueva decepción, si cabe más profunda que las anteriores, pues era un día en el que se esperaba aprovechar el efecto del cambio de timonel en el banquillo. Y es que, como se viene advirtiendo desde septiembre, esto no es cosa de entrenador. Al menos, el entrenador no es más que parte del problema. El asunto trasciende a la composición de la plantilla y, por ende, asciende en su cota de responsabilidad a estratos mucho más altos. Nada cambió. Todo sigue igual… es decir, a peor y con muy malas intenciones en el futuro que parece tener escrito este Real Zaragoza 20-21. Así son las cosas. El fútbol son hechos, no palabrerías.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Ratón; Tejero, Francés, Guitián, Chavarría; Eguaras, Zapater (Francho, 56), Javi Ros (Igbekeme, 56), Bermejo (Iván Azón, 87); Narváez y Gabriel Fernández (Zanimacchia, 69).

Real Oviedo: Femenías; Nieto, Carlos Hernández, Cristian Fernández, Mossa (Lucas, 79); Tejera, Édgar; Sangalli, Borja Sánchez (Javi Mier, 69); Nahuel (Cedric, 86) y Blanco Leschuk (Obeng, 69).

Árbitro: Ávalos Barrera (Comité Catalán). Expulsó a Francés (75) por tocar con el brazo siendo el último hombre. Amonestó a Javi Ros (15), Édgar (34), Guitián (61) y Mossa (77).

Goles: 1-0, min. 26: Cristian Fernández, en propia puerta. 1-1, min. 44: Borja Sánchez. 1-2, min. 48: Blanco Leschuk.

Incidencias: Noche fría en Zaragoza, con 8 grados de temperatura y neblina. El césped presentó un buen estado. En el banquillo del Real Zaragoza debutó como entrenador Iván Martínez.

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Así hemos vivido el partido Real Zaragoza 1-2 Real Oviedo
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