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El Real Zaragoza afronta los siete días de más nivel en la pretemporada

La escasa, concentrada y anormal fase preparatoria de entre ligas en este 2020 acomete en una semana tres partidos: Getafe, Girona y, seguramente, Tarragona.

Rubén Baraja da órdenes en voz alta al equipo durante el entrenamiento táctico de este domingo en la Ciudad Deportiva.
Rubén Baraja da órdenes en voz alta al equipo durante un entrenamiento táctico  en la Ciudad Deportiva.
Tino Gil/Real Zaragoza

El Real Zaragoza se apresta a acometer la parte más sustancial en lo futbolístico de su atípica, extemporánea y corta pretemporada de este verano 2020. Será una semana, la que unirá los sábados 12 y 19 del presente mes de septiembre –con otra estación intermedia el miércoles 16–, en la que los de Baraja disputarán los únicos tres partidos amistosos en los que poder aplicar los ideales tácticos del nuevo entrenador y, simultáneamente, que el grupo –muy remozado en sus componentes y aún lejos de estar cerrado en su composición definitiva– pueda conocerse sobre el terreno de juego mínimamente.

Este próximo sábado, en 48 horas, visitará La Romareda el Getafe, de Primera División (a las 19.00). El sábado siguiente, el 19, a la misma hora, el estadio municipal zaragozano acogerá otro choque preparatorio, contra el Girona, adversario directo en Segunda. Y, entremedias, el miércoles 16, el club aceleró este miércoles por la tarde para buscar un contrincante que supla al Elche, recién ascendido a Primera y que, de manera unilateral, decidió suspender anteayer el duelo pactado para ese día en el campo de Pinilla de Teruel, al considerar su entrenador, el argentino Almirón, que el viaje entre la ciudad ilicitana y la turolense era demasiado largo (320 kilómetros las separan) para acometer un mero amistoso de verano.

Si nada se tuerce en la mañana de este jueves, ese rival tiende a ser el Gimnástic de Tarragona, que ahora habita en Segunda B y que, a modo de urgencia, estaba anoche cerca de convertirse en el comodín que dé forma al ensayo que necesita Baraja el próximo miércoles. La idea es que este partido tenga lugar en el Nou Estadi tarraconense. Es decir, todo un clásico de verano desde hace una década, que se iba a quedar fuera de programa por las peculiaridades de esta precampaña y que, gracias a la espantada del Elche, va a volver al calendario habitual.

Trató el Real Zaragoza de concertar este partido con algún club de Primera o Segunda División, profesional, pero resultó imposible a estas alturas de mes. En 24 horas, el 90 por ciento de los equipos empiezan ya la liga, con la disputa de la primera jornada en las dos divisiones mayores. Solo quedan al margen, en la élite, los que vienen de jugar las competiciones europeas; y en Segunda, los de la promoción de ascenso. Se intentó tantear al Logroñés y el Sabadell, dos recién ascendidos que tienen un partido aplazado en las dos primeras jornadas (como los dos del Real Zaragoza) al tocarles enfrentarse al Girona y Almería respectivamente. Pero ambos tenían el día ya comprometido.

Así que el Nástic va a ser la solución última, al estar pactado un duelo con el filial zaragocista, el Aragón. El fútbol llega al día a día blanquillo a toda prisa. Tras unos días de trabajo en solitario y otros pocos de prácticas a destajo.

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